A una semana de la masacre de Villa Crespo, la hermana de Laura Leguizamón, la mujer que asesinó a sus dos hijos y a su esposo antes de quitarse la vida, rompió el silencio y aseguró: “Jamás imaginé que esto podía pasar. Ella era una persona hermosa y mi cuñado también. Las familias estamos devastadas”.
“Ella era feliz, buena madre, buena amiga. Esto me partió al medio”, dijo a Telefé Noticias Nora Leguizamón, quien aún busca respuestas en medio de la tragedia.
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El caso se conoció el miércoles 21 de mayo, cuando la empleada doméstica de la familia se presentó a trabajar y descubrió la escalofriante escena: los cuerpos de Adrián Seltzer, su esposa Laura, y los hijos del matrimonio, Ian e Ivo, de 15 y 12 años respectivamente, estaban desparramados en distintos lugares del departamento de la calle Aguirre.
La salud mental en el centro de la tragedia
Nora relató que su hermana Laura había empezado a desvariar, pensando cosas sin sentido, como perder el trabajo o ir presa, sin motivos reales, hace aproximadamente un año.
A pesar de recibir tratamiento psiquiátrico y medicación, los síntomas reaparecieron en abril. “Pensaron que era estrés”, expresó Nora, y agregó: “Estaba enferma, claramente. Pero era muy difícil que lo aceptara”.
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En este sentido, se mostró convencida de que la exigencia de su hermana le jugó en contra. “Y cuando no podés más, la mente hace cosas que no se entienden”, señaló.
Por último, lamentó las reacciones de la gente, que “duele” por el juicio y poco entendimiento. “Me gustaría que esto sirva para que nadie más llegue a un lugar así. Yo tampoco vi la magnitud de lo que pasaba. Y eso me duele todos los días”, lamentó Nora.
Y concluyó: “Uno siente culpa, piensa qué no pudimos ver, cómo no acompañamos más. Esto rompió todo, desintegró una familia hermosa”.
La masacre de Villa Crespo
Los cuerpos fueron encontrados este miércoles en el departamento del sexto piso de la calle Aguirre 295. Según el fiscal César Troncoso, a cargo de la causa, Adrián Seltzer fue el primero en ser atacado mientras dormía en la cama matrimonial. Recibió tres puñaladas y no tuvo oportunidad de defenderse.
La escena más desgarradora se encontró en la habitación de los hermanos, de 15 y 12 años. Según indicaron fuentes cercanas a la causa, uno de ellos “sale corriendo herido y lo termina rematando en el comedor”, mientras que el otro hijo “quiere correr a la pieza y lo mata en el pasillo”.
Los dos adolescentes fueron atacados por la espalda. Tenían por lo menos entre 10 o 12 cuchilladas cada uno y ambos presentaban heridas defensivas.
Tras cometer los crímenes, Leguizamón “vuelve a la habitación principal, se acuesta junto al marido, se da los cuchillazos en el pecho, se arrastra y muere en el baño”.
El cuerpo de la mujer fue encontrado sobre el bidet y la autopsia reveló después que tenía una gran herida en el pecho y cortes autoinfligidos en las muñecas.
