En un operativo de película, la policía desbarató una banda que cometía robos piraña en las localidades de Ramos Mejía y Morón, provincia de Buenos Aires. Lo insólito del caso es que los delincuentes se movilizaban en un Renault Sandero blanco que estaba registrado a nombre de una mujer en silla de ruedas.
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Dos robos en 20 minutos
Los ladrones hicieron un raid delictivo que derivó en sus detenciones. Todo comenzó en el cruce de las calle Malabia y Cerrito, en Ramos Mejía, donde asaltaron a un joven que caminaba con una mochila. Lo amenazaron con armas y le robaron un iPhone, una notebook HP y otras cosas, antes de escapar en el Sandero.
Veinte minutos después, la banda protagonizó otro robo en Toscano al 600, Villa Sarmiento. Esta vez, interceptaron a una mujer que estacionaba un Citroën C4 blanco. Utilizando una cuchilla tipo carnicero, le robaron su cartera, celular, dinero y las llaves del auto, en el cual huyó uno de los ladrones.
Media hora más tarde, los efectivos policiales, en coordinación con la fiscalía, localizaron los autos robados en la calle Bustillo entre Cuenca y Virasoro, en El Palomar, gracias a la señal del celular que le habían sacado a la primera víctima.
Allí encontraron el Sandero y el Citroën y quedó confirmada la conexión entre ambos robos.
El Sandero estaba registrado en Cuenca al 400, cerca de donde lo encontraron. Cuando la policía llegó, cuatro sospechosos intentaron huir. Ezequiel Gustavo Rodríguez fue detenido en la vereda, mientras que otros tres se refugiaron en la casa de la dueña del auto.
De qué acusan a la mujer en silla de ruedas
Con una orden de allanamiento, la policía ingresó a la vivienda, donde los recibió una mujer en silla de ruedas. Una vez adentro recuperaron los objetos robados y detuvieron a Rubén Darío Montenegro, que fue identificado gracias a las cámaras de seguridad. Los otros dos sospechosos, por el momento, están prófugos.
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Aunque no fue detenida debido a que el juez de Garantías Gustavo Robles denegó la solicitud fiscal, la mujer en silla de ruedas fue imputada en la causa: Claudio Oviedo, de la UFI Nº5 de Morón, le formuló cargos como partícipe necesaria por haber facilitado el vehículo y el escondite.
Según Primer Plano Online, ella alegó que su novio le pidió el auto para “hacer trámites”, aunque no pudo explicar la presencia de los objetos robados en su casa.
