Un brutal asesinato fue descubierto en la previa del fin de semana en General Rodríguez, en la provincia de Buenos Aires, donde una mujer de 67 años fue hallada muerta en su casa. El principal sospechoso en su vecino, un hombre de 47 años que fue captado por las cámaras de seguridad de la cuadra y con quien tenía un conflicto de vieja data.
Al principio, la policía apuntaba a una muerte natural, ya que la mujer vivía sola y llevaba al menos cuatro días fallecida. Sin embargo, después de que se practicó la autopsia al cuerpo de la víctima, se confirmó que se trató de un crimen, ya que tenía golpes en la cabeza y la clavícula quebrada.
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Sabrina Solís tenía 67 años y vivía sola en calle Fortín Laguna Larga, casi esquina Manuela Gómez del barrio Parque Irigoyen. El jueves, una vecina, que además era amiga de la mujer, llamó al 911 porque decía que hacía rato no la veía y que, cuando iba a su casa, tampoco la atendía.
Cuando los policías llegaron al lugar, tuvieron que tirar abajo el portón y, al llegar al patio de atrás, encontraron una escena escalofriante: el cuerpo de Solís estaba tirado en el piso, en avanzado estado de descomposición, lo que hacía difícil saber a simple vista la causa de la muerte.
Qué reveló la autopsia
La UFI N°10 del Departamento Judicial de Moreno-General Rodríguez, a cargo de la fiscal Florencia Toscano, ordenó la realización de autopsia y así se pudo establecer que la víctima llevaba 96 horas muerta aproximadamente, que tenía tres costillas quebradas, fractura de cráneo y de clavícula.
Fue entonces que la fiscalía cambió la carátula de la causa y comenzó a investigar a los responsables. Al revisar las cámaras de seguridad de la zona, descubrieron que hacía una semana, un hombre de 47 años, vecino de Solís, había entrado a la casa.
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Al rato, se lo ve salir y entrar unos minutos después, llevándose dos garrafas vacías, una en casa mano. Los conocidos de la víctima aseguran que tenían peleas desde hace tiempo por problemas de convivencia barrial.
A partir de este dato, la fiscal pidió un allanamiento de urgencia en la casa del acusado, que realizado por el personal de la “Brigada” que secuestró las garrafas, la ropa que llevaba puesta en el video y una gorra que tenía manchas de sangre.
El hombre, cuando llegó la policía, había escapado. Está imputado por “homicidio criminis causae en concurso real con robo simple”. Hasta el cierre de esta nota, sigue prófugo de la Justicia y es intensamente buscado.
