La familia de Paloma Gallardo, la adolescente de 16 años que fue brutalmente asesinada junto a su amigo Josué Salvatierra en Florencio Varela, pidió la detención de un hombre de 30 años que, según testigos, habría estado en el descampado donde encontraron los cuerpos.
En las últimas horas, Aníbal Osorio, el abogado que representa a la familia de Paloma, confirmó a la Agencia Noticias Argentinas que le pidió al fiscal Darío Provisionato que actúe, ya que hay “elementos probatorios y testigos” que ubican al sospechoso en la escena.
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“Es un vecino de la zona y se lo vio cerca del puente ferroviario donde se hallaron los cuerpos”, destacó el letrado, sin revelar la identidad del hombre.
Un sospechoso con antecedentes
El hombre señalado tiene un historial delictivo que incluye delitos como “intento de homicidio y robo con uso de armas”. Además, su prontuario sumó una causa el día anterior al doble crimen de los adolescentes: un jubilado denunció que este hombre intentó robarle la bicicleta y agredirlo con una piedra cerca del puente de la ruta 36.
“La verdad no entendemos por qué no está detenido”, insistió Osorio, quien representa a Omar Gallardo y Alicia Pita, los padres de Paloma.
Ellos ya hablaron con la fiscalía y reiteraron el pedido de aprehensión, convencidos de que “algo debe saber el fiscal”.
Diferencias en la investigación
Osorio aclaró que no trabaja en conjunto con Carlos Dieguez, el abogado de la familia de Josué, ya que tienen posturas distintas sobre el caso.
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Dieguez cree que el crimen está relacionado con la religión y pide investigar a los Gallardo, aunque, según Osorio, no tiene pruebas sino solo conjeturas.
“Si tuviera pruebas, debería haber pedido la detención del familiar que resulta sospechoso para él”, concluyó Osorio.
El doble crimen de Paloma y Josué
Paloma, de 16 años, y Josué, de 14, se conocieron en la Escuela Secundaria N°63 de Bosques. Ella cursaba el quinto año; y él, segundo.
Solían ir juntos hasta el gimnasio, caminando las cuadras que los separaban de sus respectivas casas. Sus familiares contaron que la amistad que habían forjado en el colegio, con el tiempo se transformó en algo más y empezaron una relación.
El jueves 30 de enero, como lo hacían normalmente, Paloma y Josué salieron juntos rumbo al gimnasio que estaba cerca de su casa, en la localidad de Florencio Varela.
Sin embargo, nunca llegaron y desde ese momento todo se convirtió en una película de terror. Sus cuerpos fueron encontrados dos días después en un descampado cerca de un puente ferroviario, ambos con fractura de cráneo.
La causa está caratulada como “homicidio criminis causa”, un delito que prevé una pena de prisión perpetua.