Una joven de 19 años fue brutalmente atacada por un delincuente que le pegó un ladrillazo en la cara para robarle el celular mientras esperaba el colectivo este martes por la noche en la localidad cordobesa de El Quebracho.
El impactante episodio ocurrió cerca de las 21 de este martes en una parada de colectivos ubicada sobre la calle Justino Cesar al 3868, en pleno barrio El Quebracho, en la zona sur de la capital de Córdoba.
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La víctima, identificada bajo las iniciales G.H, salió de su casa hacia la parada de colectivos para esperar a su novio, quien venía de trabajar. Sin embargo, la atacaron a solo 20 metros de su casa.
Un delincuente aprovechó la oscuridad que había en la zona y la soledad de la calle para interceptarla por detrás y robarle el celular.
La joven intentó resistirse al robo, por lo que el delincuente le dio una brutal paliza. El hombre le pegó varias trompadas y remató el ataque con un ladrillazo en la cara.
Con la joven completamente vencida y tirada en el suelo, el agresor le sacó el celular y el bolso en el que la joven llevaba el resto de sus pertenencias.
No contento con robarle todo y dejarla desmayada, el agresor arrastró a la víctima y la escondió en un descampado conocido como “La Cueva", debajo de un montículo de hojas y ramas.
Un vecino que escuchó los ruidos del brutal enfrentamiento se acercó hasta la parada de los colectivos y comenzó a deambular por la zona, hasta que encontró a la víctima. Automáticamente, llamó a la ambulancia y a la policía.
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La víctima fue trasladada hasta el Hospital Florencio Díaz, donde los médicos le diagnosticaron que sufrió un traumatismo de cráneo facial grave. Todavía está internada en grave estado y su familia sigue muy preocupada por su salud.
La familia de G.H todavía no tiene claro los detalles del ataque y su hermana no descarta que haya sido víctima de un abuso sexual, según declaró con el medio local La Voz.
Lo que sí descartan es que haya sido un simple robo: “Ella no tenía elementos de valor y la persona que es responsable de este ataque lo sabía, porque nos conocía. Mi hermana sufre una condición psiquiátrica y deambula por la calle pidiendo limosna a los vecinos”, contó su hermana.
El delincuente, por su parte, sigue prófugo pese a que la familia lo tiene identificado y le dio a los investigadores el nombre y apellido, la dirección de la casa en la que vive e imágenes para identificarlo.
“Hace unos meses empezó a parar en ‘la cueva’. Se junta con la banda que se droga todo el día ahí y ya había amenazado con entrar a robar a nuestra casa. No sabemos qué le quiso hacer a G.H., pero nos imaginamos lo peor”, contaron los familiares.
Pese a los datos que dio la familia, la Justicia continúa con su propia investigación: los investigadores continúan tomando testimonios para saber qué ocurrió en los minutos previos al ataque y se buscan cámaras de seguridad que puedan determinar el recorrido que utilizó el agresor para huir.
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Si bien no descartan la hipótesis de que haya sido un robo, pese a que la familia desmintió que la joven utilizara su propio teléfono, los principales indicios apuntan a que podría haber sido un intento de abuso sexual.
