Gabriela Alcaraz, investigada por el crimen de Lorenzo Castro ocurrido el 19 de febrero pasado en Córdoba, fue detenida este martes a la noche en un centro de estética de la ciudad de Río Cuarto.
La particularidad del caso es que tras su detención, se constató que la mujer llevaba prófuga casi dos años por el homicidio de otro hombre en Buenos Aires y que, además, usaba una identidad falsa: decía ser abogada e incluso aseguraba que había sido jueza.
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Según precisaron fuentes judiciales a El Doce, en 2023 el Juzgado de Instrucción Federal de Ciudad de Buenos Aires N° 15 ya había condenado a Alcaraz a la pena de prisión perpetua por el homicidio de un hombre y tenía pedido de captura internacional a través de Interpol.
Sin embargo, logró salir del radar de la Justicia cambiando de nombre y de “look” sistemáticamente. Sin redes sociales, su pelo podía ser rubio, moreno o pelirrojo según el momento del mes y también modificaba el color de sus ojos con lentes de contacto.
Pero la suerte se le terminó en las últimas horas cuando los investigadores, después de meses de tareas de inteligencia, lograron cercarla y desplegaron un operativo para detenerla en un centro de estética riocuartense.
Alcaraz fue detenida e imputada por el fiscal Javier Di Santo por el delito de homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por premeditación. Al mismo tiempo, será puesta a disposición del Juzgado de Instrucción Federal de Ciudad de Buenos Aires N° 15, el cual la condenó perpetua en 2023.
Los crímenes por los que fue condenada
Lorenzo Oscar Castro, un rematador de turf de 67 años, murió el miércoles 19 de febrero tras un incendio provocado de manera intencional en su casa de la localidad de General Cabrera.
Alcaraz, la novia de la víctima, fue la principal sospechosa desde el inicio de la investigación. En diálogo con el mismo medio local, el abogado querellante, Alexis Alvarenga, consideró que “el móvil del crimen fue meramente económico”.
En ese sentido, recalcó: “El foco ígneo se inició a causa de la intervención premeditada de esta señora. No fue un accidente ni un incendio ocasional, fue intencional”.
Para el letrado, las pruebas en su contra “son contundentes” y se suma la condena previa por otro homicidio.
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Por otro lado, el abogado de los hijos de Castro sostuvo que la imputada “se desenvolvía socialmente en Río Cuarto bajo la apariencia de ser una profesional del derecho y de haber pertenecido a la más alta magistratura”
“Falseaba identidad, falseaba títulos y falseaba profesión a los fines de captar la atención y respeto de sus posibles víctimas, sumado al temor por una personalidad supuestamente influyente”, indicó Alvarenga.
Además, detalló que Alcaraz decía ser ‘Gabriela Mallo’, nombre idéntico al de una jueza que todavía está en funciones en un juzgado porteño.
Por otro lado, ya en 2023 había sido condenada a perpetua por haber matado a un hombre que era de Buenos Aires.
