En medio de la conmoción por el asesinato de Kim Gómez, la nena de 7 años que murió en medio de un violento robo en La Plata, familiares y vecinos marcharon para pedir justicia y la protesta derivó en violentos incidentes.
La movilización había comenzado a las 17:00 entre las calles 28 y 84. Una vez que llegaron a la Municipalidad de La Plata, los maniestantes rompieron una de las puertas de vidrio de entrada e ingresaron a la fuerza.
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“Esto es terrible, soy de la zona. Tendría que tirar la toalla e intervenir la provincia. Tiene que haber mano dura”, pidió al aire de TN uno de los vecinos que estaban en la marcha.
Al mismo tiempo, otra manifestante solicitó que “se baje la edad de imputabilidad” para menores que cometan delitos.
La movilización llega hasta la Gobernación de La Plata y cada vez se suman más vecinos. “Son menores y mañana salen. Le va a tocar a mi nieta y por eso estoy acá. Basta, que vayan presos y que no salgan más”, reclamó otra de las manifestantes.
El antecedente de uno de los delincuentes detenidos por el crimen
En medio de un megaoperativo desplegado en la zona, la Policía logró detener a los sospechosos. Se trata de dos menores de 14 y 17 años, uno de ellos con antecedentes por robo.
Tras ello, trascendió que T., de 17 (se lo menciona con la inicial de su nombre de pila por tratarse de un menor de edad), había sido demorado semanas atrás. Fue el pasado 1 de febrero, cuando efectivos de la Bonaerense arrestaron a cuatro adolescentes por robar un auto en la capital provincial.
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La Policía los siguió y tras una persecución iniciada en el casco urbano de la ciudad, los cruzó en la cuadra de 29 y 86. Allí los agentes montaron un operativo cerrojo que culminó, minutos después, con la captura de los cuatro.
El hecho impulsó la apertura de una causa que fue caratulada como robo automotor. Ese antecedente, según pudo saber TN a través de fuentes policiales, fue determinante para la identificación de T.
En aquel momento, la UFI Juvenil 1 de La Plata ordenó que todos los menores fueran restituidos a sus padres, descartando la posibilidad de enviarlos a un instituto.
