El Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de Avellaneda-Lanús condenó a Germán Pérez, de 28 años, por matar a su pareja Tamara Cortez, que estaba embarazada de ocho meses. El imputado había asegurado que ella se quitó la vida, pero luego descubrieron que tenía un tiro en el pecho y el arma nunca apareció.
El crimen ocurrió el 22 de junio de 2023, en la localidad bonaerense de Monte Chingolo. El hombre declaró que encontró a la víctima tirada en el suelo, sobre un charco de sangre. Llamó a la Policía y a su suegra, a quien le dijo que su hija se había suicidado. Su beba, que se iba a llamar Gianna Nicole, murió mientras estaba en el vientre de su madre.
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Los familiares de la chica no creyeron la versión de Pérez. Por las contradicciones en su relato, fue detenido desde el inicio de la investigación como el principal y único acusado del femicidio.
Después de una semana de juicio, debate que comenzó el 18 de febrero pasado, los jueces lo encontraron culpable del delito de “doble homicidio calificado por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer, mediando violencia de género, agravado por alevosía”.
“Sí se pudo. Ahora podés descansar en paz mi amor. Se hizo justicia por vos y por Giannita. Hasta volvernos a encontrar amor de la hermana. Te amo”, expresó en redes su hermana Melina tras enterarse de la condena.
Peleas, contradicciones y un arma que jamás apareció
La joven de 25 años fue encontraba muerta con un tiro en el pecho el 22 de junio del 2023, en su casa de la localidad de Monte Chingolo. Estaba embarazada de ocho meses de Gianna Nicole, que no sobrevivió.
A las 20.50 del jueves, la madre de Cortez recibió un llamado. Era su yerno que le decía que su hija se había suicidado. Desconsolada, la mujer le avisó a su hijo mayor lo que había pasado en el interior del PH donde la chica convivía con su novio.
A los pocos minutos, el lugar se llenó de patrulleros. En la puerta estaba Pérez, con los brazos cruzados y con la cara pálida. Uno de los primeros en llegar fue el hermano de la víctima, Carlos Cortez.

“Fui hasta la casa pensando en eso. No supe nada hasta que lo vi detenido. Lo primero que hice fue ir a preguntarle a él qué había pasado. Estaba pálido, pero mostraba una frialdad que nos llamó la atención. Cuando me respondió, habló como si nada hubiera pasado. No se le caía una lágrima”, contó Cortez a TN.
Explicó que la pareja se había conocido hacía tres años, pero que se fueron a vivir juntos algunos meses antes de la muerte. “Ella era una persona muy reservada y de carácter fuerte, nunca nos contó de algún problema que haya tenido con él. Estaba muy emocionada por su embarazo y era amorosa”, recordó.
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“Una amiga de ella nos llamó para contarnos que él le había pegado en marzo de ese año. Que después de eso él la alejó de su amiga, no le dejaba que se manden mensajes y no se volvieron a hablar desde entonces”, sostuvo.
Uno de los que declaró ante la Justicia fue el mejor amigo del acusado, que iba a ser el padrino de la beba. “Entre ellos no iban bien las cosas”, fue lo que le dijo el testigo a la policía. De acuerdo a su versión, el día anterior tomaron mates juntos y el principal acusado del femicidio le dijo a su amigo que habían tenido discusiones y que ella se quería ir de la casa.
“Cuando se vieron le dijo que si no iban bien las cosas, que la dejara y que disfrutara del embarazo”, contó Cortez, sobre el consejo que le había dado su mejor amigo. A pesar de eso, Pérez hizo oídos sordos.

“Mi hermana tenía la ropa de ella y de la beba preparada para irse. Habían discutido. Ahí fue cuando él la mató. Después salió de la casa para, supuestamente, descartar el arma”, dijo el hermano de la víctima a TN.
En un principio, Pérez denunció que cuando llegó a la casa, su pareja ya estaba muerta. Lo que declaró ante los policías de la comisaría 6° de Monte Chingolo fue que él salió de su casa a las 10 de la mañana y no habló con ella “en todo el día”.
Además, aseguró que cuando volvió estaba la luz apagada, entró y se encontró con el cuerpo. Después le tocó la panza y estaba fría.
A pesar de su versión, los investigadores encontraron la primera contradicción: los vecinos declararon haber escuchado una discusión a los gritos y un disparo. Tampoco encontraron el arma con la que supuestamente ella se quitó la vida.
En su declaración también aseguró que entre ellos no habían tenido problemas de pareja. Eso fue desmentido por los vecinos del barrio, pero además por su mejor amigo, que dejó a disposición su teléfono. Allí tenía los mensajes en los que Pérez le contaba que su relación era sumamente conflictiva.