Martín del Río fue condenado en diciembre de 2024 a prisión perpetua por un jurado popular que lo encontró responsable de haber asesinado a sus padres en la casa en la que vivían en Vicente López. A dos meses de la sentencia, su defensa presentó un escrito para que se anule la pena y se realice un nuevo juicio.
La Cámara de Casación admitió este planteo realizado por los abogados Mónica Gracieal Chivirín y Gastón Leonel Salamón. Sin embargo, todavía no se sabe cómo podría continuar el futuro judicial de Del Río.
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El argumento de la defensa tiene que ver con una presunta “contaminación, confusión y/o desviación” de la decisión del jurado a la hora de decidir la prisión perpetua de Del Río. Lo condenaron por “doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser crimis cause”, es decir, matar para cometer otro delito, que en este caso sería quedarse con los bienes de sus padres.
“La jueza técnica fue tomando sucesivas decisiones que -en su conjunto- generaron un indefectible prejuicio en el jurado, a punto tal, que al tiempo de arriba al veredicto, se apartaron de la prueba rendida en el juicio directamente vinculada al hecho que se estaba juzgando y que concretamente demostraba que el señor Del Río no cometió el supuesto hecho por el cual se lo acusó o, al menos, se imponía la duda razonable, en su favor”, explica el escrito al que accedió TN.
En el texto, además, los abogados defensores señalaron que la jueza que estuvo a cargo del juicio, María Coelho, “contribuyó con sus decisiones a incorporar información impertinente, dañina para el caso y de baja calidad, exponiendo al jurado a lidiar con dicha información sumamente sensible, lo que evidentemente generó un prejuicio insalvable en el ánimo de quienes debían arribar a una decisión sobre los hechos”.
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Otro de los puntos tiene que ver con Cecilia Sánchez, la exesposa de Del Río. Durante su declaración en una de las audiencias del juicio, según ellos, la mujer “mintió al decirles al jurado, en medio de llantos, que estuvo un mes y medio en estado shock y con tratamiento psiquiátrico y psicológico a partir de la detención de Martin”.
En este sentido, la defensa asegura que inventó ese relato ya que el 22 de septiembre de 2022 -dos semanas después de la detención de su marido- le pidió el divorcio para quedarse con “casi la totalidad de los inmuembles que posee”. Esto, según los abogados, desecha la posibilidad de que hubiese estado pasando por un mal momento.
Del mismo modo, la jueza técnica, insisitieron en el escrito, “generó un perjuicio insalvable en el ánimo de quienes debían arribar a una decisión, permitiendo que la Fiscalía introduzca como testigos a funcionarios de ese Ministerio Publico Fiscal y que bajo esa fachada alegaran en favor de la teoría del caso de la fiscalía y ocultaran pruebas que favorecían alimputado”.
En el planteo, los abogados del condenado también deslegitimaron el testimonio de la empleada doméstica María “Nina” Aquino, quien trabajaba en la casa de las víctimas.
“Ella prioriza su odio hacia Del Río”, indicaron y explicaron que en varias oportunidades la mujer dio entrevistas donde hablaba de cómo era la relación que tenía con Del Río. A su vez, la acusaron de tener un discurso “direccionado y guionado por la fiscalía para incriminarlo, no solo por el crimen de sus padres, sino también de culparlo de su detención”.
Sucede que Aquino estuvo detenida por el doble crimen, hasta que se demostró que no había tenido nada que ver.
Por su parte, los abogados también cargaron contra Alejandro Orlandini, investigador de la Fiscalía de Ciberdelitos de San Isidro, que brindó una exposición de las pruebas de las cámaras de seguridad: “En su alegato, ya que no declaraba, sino alegaba por la fiscalía, comentaba supuestos dichos de testigos y del propio Del Rio, contándoles un cuento al jurado, sumado a la existencia de una pantalla que constantemente les mostraba a un caminante encapuchado afirmando que era Del Río”.
“No tuvo problemas en introducir en su alegato toda clase de pruebas, las cuales acomodaba y comentaba a su antojo para validar la teoría del caso de la fiscalía, en busca de confundir al jurado. Nunca jamás explico de qué forma obtuvo las cámaras privadas que exponía”, apuntaron.
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Otro de los mencionados fue el investigador Denis Banchero, quien según los abogados “mediante la apariencia de ser un testigo experto, incorporó prueba que exhibió como videos privados, sin haber acreditado antes de donde los obtuvo”.
Finalmente, la defensa indicó que la jueza felicitó a Banchero luego de su exposición, lo que creen que “influyó para que finalmente el jurado falle en la forma en que lo hizo”.
El parricidio de Vicente López
Martín del Río fue condenado por matar a su papá, José Enrique del Río (75) y a su mamá, María Mercedes Alonso (72), la tarde del 24 agosto de 2022 en su casa de Vicente López.
En un comienzo estuvo detenida “Nina” Aquino, la empleada doméstica, acusada de haber sido la entregadora. Sin embargo, la Justicia la sobreseyó después de 13 días y ordenó la detención del hijo menor del matrimonio.
Del Río hijo fue arrestado después de ser identificado como el “caminante encapuchado” que se observó en las cámaras de seguridad. Los fiscales aseguran que él entró a la casa de sus padres por el garaje y que concretó “un plan que previamente había diagramado”.
Los fiscales también detallaron que el acusado primero baleó a su padre y luego a su madre, a una distancia de menos de 50 centímetros. “El proyectil ingresó por la zona superior a la ceja derecha generando la pérdida del globo ocular derecho, todo lo cual provocó la muerte inmediata”, indicaron.
La Justicia confirmó finalmente que el móvil de los crímenes fue económico. Del Río padre le había dado a su hijo 1,9 millones de dólares para que comprara un departamento lujoso en el piso 31 del edificio Chateau Libertador, del barrio porteño de Núñez, ya que el matrimonio tenía pensado irse a vivir allí. “Está acreditado que las víctimas tenían la falsa creencia, introducida por el acusado (Martín Del Río) de que el día del hecho se mudarían”, señalaron desde la fiscalía en el pedido de elevación a juicio al que accedió este medio.
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Sin embargo, Del Río hijo nunca compró ese departamento, de acuerdo a lo que contó el abogado Hugo López Carribero. Su padre le consultaba qué pasaba y Martín argumentaba que en realidad ya lo había adquirido, pero que no podían irse porque todavía vivían en ese lugar los antiguos propietarios. Así los tuvo durante varios meses hasta que ocurrió la masacre.
“El padre le preguntaba y su hijo siempre le decía que iba a estar para la otra semana; se sentía hostigado”, explicó López Carribero. Además, detalló que el principal sospechoso “simuló un robo, los mató y de paso le echó la culpa a Nina”.
Actualmente, Del Río se encuentra detenido en la Unidad Penitenciaria N48 de San Martín. Allí quedó alojado tras la sentencia, que se conoció la noche del viernes 13 de diciembre de 2024.
