El 7 de diciembre, Alejandra Rodríguez, de 47 años, salió de su casa rumbo al trabajo en una parrilla en Alejandro Korn, en la zona sur del conurbano bonaerense. Iba con su bicicleta playera negra, algo deteriorada, con canasto. El último registro que tienen los investigadores sobre ella, a través de una cámara de vigilancia, es el momento en que llega a la esquina de avenida Presidente Perón y Costa, cerca de las 18.
La causa se engrosa cada día con nuevas pistas, aunque los investigadores reconocen que no hay datos concretos sobre qué le pasó a la mujer. La hipótesis que tomó fuerza en las últimas semanas es que fue captada por “una secta o grupo religioso”, reveló una fuente judicial con acceso a causa a TN. Hoy, viernes 7 de febrero a las 18, al cumplirse dos meses exactos de la desaparición, convocaron a una marcha por la ciudad más populosa de San Vicente para exigir su aparición.
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Las fotos de Rodríguez están en las paradas de colectivos, en la única estación de tren del partido, en las calles y en los edificios municipales. También hay algunas en los negocios cercanos a su casa, en el barrio Santa Ana. Tiene dos hijos adolescentes que la esperan y una pareja que conoció luego de haberse separado del padre de los chicos. Este hombre fue uno de los que declaró ante la fiscal Karina Guyot, que investiga la desaparición. También aportaron datos la hermana y la madre.
A partir de la denuncia, la fiscal ordenó rastrillajes en la zona, tanto aéreos como en lugares y casas cercanas a la de Rodríguez. También pidió cotejar las características físicas de la mujer con los cuerpos que hayan entrado en las morgues y en los hospitales del partido y de las localidades cercanas. Todo esto tuvo resultado negativo.
Frente al desconcierto por la desaparición, Guyot pidió la semana pasada a los medios de comunicación locales que difundan la búsqueda para que los testigos se acerquen a brindar más información. “Es poderosamente llamativo que nadie la haya visto”, consideró un investigador a este medio.
La pista de Facebook
El último indicio sobre Rodríguez llegó a los investigadores apenas algunos días atrás. Ella tenía como costumbre enviar mensajes a su familia por la plataforma Messenger, de la red social Facebook. Es por eso que pidieron el registro de sus movimientos a Meta.
La empresa de Mark Zuckerberg les notificó que su cuenta estuvo activa dos veces desde el momento de la desaparición. Sin embargo, el dato fue descartado al comprobarse que la familia prendió un viejo teléfono que tenía ella en la casa y que no había sido entregado a la Justicia. A la espera de nuevas pistas, Guyot aguarda los resultados de los análisis de una tablet y una computadora que sí habían aportado sus parientes.
Una secta, la principal hipótesis
Generosa, confiada y profundamente religiosa. En esos aspectos coincidieron tanto los investigadores como desde la Asociación de Familiares y Amigxs de Tehuel, que acompaña la causa, al describir la personalidad de Rodríguez. Tenía un profundo interés por la huerta y había empezado un emprendimiento de conservas.
“Estaba vinculada a muchas religiones y solían invitarla a ceremonias. Puede ser que esté con algún grupo o la tenga una secta”, aseguró un investigador a este medio. “Era muy confiada de la gente. Por eso, creemos que alguien pudo haberla invitado a una misa o un encuentro. Y por algún motivo, no regresó a su casa”, agregó. Además de la mujer, tampoco aparece su teléfono celular.
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Pero no solo las circunstancias de la desaparición son poco claras. También lo son algunos comportamientos que había tenido Rodríguez antes de desaparecer. “Ella era nutricionista, pero no le había dicho a su familia que ejercía esa profesión”, indicaron. Al cierre de esta nota, TN intentó comunicarse con su hermana, pero ella no quiso responder consultas sobre la causa.
La marcha por Alejandra
A dos meses de la búsqueda que mantiene en vilo al partido, la Asociación de Familiares y Amigxs de Tehuel, entre otras organizaciones, convocó a movilizar este viernes desde las 10 desde la Ruta 210 hasta la Avenida Presidente Perón, para “exigir la aparición con vida de Alejandra”.
Es la segunda que realizarán desde el 7 de diciembre. Y esperan, al igual que la Justicia, que alguien entre los participantes, un testigo casual o un giro del destino, arroje más luz sobre una causa que por ahora tiene más indicios que certezas.
Rodríguez mide 1.65 metros, es de contextura física delgada, tez blanca, ojos marrones y cabello negro. También tiene un lunar sobre su boca. En el momento de su desaparición vestía un pantalón de jean y zapatillas verde claro.
