Este martes, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires desplazó a la cúpula policial Mar del Plata. Este relevamiento se da después del brutal crimen del kiosquero Cristian Velázquez, asesinado de un disparo mientras atendía su local en Peralta Ramos al 700.
Fuentes del organismo sostienen que “no están conformes” con el accionar de los jefes policiales en estos últimos meses, sumado a una serie de robos y homicidios que vienen ocurriendo en la ciudad balnearia.
Pasada las 16 llegó a Mar del Plata el jefe de la Policía Bonaerense, el comisario general Javier Villar, para anunciar oficialmente el relevamiento y reunirse con las nuevas autoridades de la Departamental de General Pueyrredón.
El reemplazante de Luis Senra, informaron a TN, sería Eduardo André. No obstante, permanecería en su cargo el titular de la DDI, comisario mayor Juan Lucero, quien lidera el área de investigación. Fuentes oficiales afirmaron que los cambios serán “de nombre y no de comandos”, por lo que no habrá modificaciones en la operatividad de la fuerza.
Senra había asumido la conducción de la Departamental en junio del año pasado, tras la detención de su antecesor, el comisario mayor José Luis Segovia, detenido e investigado en una causa por asociación ilícita.
Según datos del Ministerio de Seguridad de la Provincia, a cargo de Javier Alonso, la cúpula de Mar del Plata no logró bajar la tasa de homicidios, la cual se incrementó un 30% el 2023 y en 2024 se mantuvo en esa cifra. Ese sería le motivo de los dos desplazamientos en tan poco tiempo.
Así fue el crimen del kiosquero, el asesinato que conmueve a Mar del Plata
Cristian Velázquez, un kiosquero de 50 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza durante un violento asalto ocurrido en su local de la Avenida Jacinto Peralta Ramos al 700, en Mar del Plata. La víctima había sufrido cuatro asaltos previos.
El hecho sucedió el lunes, cuando dos delincuentes ingresaron al comercio y le dispararon en la cabeza después de que intentara defenderse con gas pimienta, .
En esa ocasión, logró sobrevivir. “Sentí que me podían haber matado. Me salvaron los paquetes de chicle”, declaró Velázquez al diario local La Capital después de ese violento asalto en el mismo comercio. En ese entonces, los delincuentes le dispararon sin lograr herirlo y se escaparon.
Pero esta vez, el desenlace fue fatal. Los ladrones se escaparon sin robar nada, en una moto de baja cilindrada. Uno de ellos, quien disparó, llevaba una gorra, mientras que el otro tenía la cara descubierta. La Policía Científica encontró dos plomos en el interior del local, que podrían haber sido disparados por un arma calibre 32.