En medio de la investigación por el presunto matricidio de María Roxana Imbrogiano en la localidad bonaerense de Villa Martelli, en Vicente López, se conocieron los escalofriantes mensajes que compartía su hijo, Leandro, en la redes sociales.
A través de un hilo que viralizó en X la cuenta @badgyItom con los posteos que compartió el joven de 19 años en los últimos meses se puede empezar a reconstruir la trama detrás del crimen de Imbrogiano, cuyo cuerpo fue encontrado el miércoles con cortes en la yugular y en las manos.
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“Qué doloroso que es cuando tu propia ‘madre’ no entiende que te sentís mal!“, “Hoy te dejo entrar, mañana ya no”, escribió con sorna el acusado en una de las historias publicada en sus redes, junto a una foto de su mamá con un despectivo apodo.
También se desprende de las distintas capturas que circularon en internet que la falta de trabajo el joven podría haber sido el origen del conflicto que fue tensando la relación entre madre e hijo hasta que se quebró, drásticamente.
“Andá a un psicólogo”, le decía la víctima a su hijo en otra de las conversaciones que se viralizaron, en la que también lo trataba de “psicópata” y de “narcisista”. La respuesta de él, fue un presagio de la tragedia.
“Y vos a la tumba jaja”, contestó Leandro.
Pero es un mensaje de audio enviado aparentemente por el joven en un grupo de WhatsApp con amigos el que sugiere cuál podría haber sido el móvil del crimen.
“Obvio, pero yo no tengo lugar chicos. Yo soy pobre y no lo voy a negar, soy pobre. Mi mamá tiene toda la fortuna, tengo que esperar hasta que se muera...”, dice el ahora detenido por el crimen de la madre.
El crimen de María Roxana Imbrogiano
Todo comenzó cuando Leandro Agustín Imbrogiano llamó al 911 para informar sobre el supuesto suicidio de su madre en su casa, ubicada en la calle Francisco Narciso de Laprida, casi en el cruce con Talcahuano.
Al llegar al lugar, los efectivos del Comando Patrulla encontraron el cuerpo de María y el hijo repitió la misma versión: dijo que su mamá se había quitado la vida. Sin embargo, las circunstancias no tardaron en generar sospechas: el joven presentaba cortes en la mano derecha y su relato estaba lleno de contradicciones.
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El trabajo de la Policía Científica reveló que la víctima había sido degollada, lo que apuntó a un homicidio y no a un suicidio, como sostenía el hijo. Además, se cree que el joven intentó limpiar la escena del crimen para ocultar sus actos.
La fiscal a cargo, Lida Osores Soler, intervino rápidamente en el caso, que ahora está siendo investigado por la Unidad Funcional Temática de Violencia Familiar y de Género.
El joven detenido tenía antecedentes por lesiones leves y desobediencia.
