A cinco meses del femicidio de Catalina Gutiérrez, la joven influencer que fue asesinada por su amigo en la noche del 17 de julio, la Cámara Undécima del Crimen de Córdoba confirmó la fecha del inicio del juicio contra Néstor Aguilar Soto (21), el principal sospechoso.
Las audiencias iniciarán el 27 de febrero de 2025 y contarán con la presencia de jurados populares. El femicida se encuentra imputado por “homicidio calificado por alevosía y por violencia de género”, delito que prevé una pena de prisión perpetua.
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Si bien el juicio se había anunciado para comenzar el 23 de diciembre, finalmente fue postergado para el año que viene, previo al fin de semana largo de Carnaval.
Días después del brutal femicidio, Néstor Soto confesó ante el fiscal José Alberto Mana que mató a Catalina, una joven estudiante de arquitectura e influencer. “Dijo que había sido él”, confirmó su abogado Gastón Schönfeld en cuanto el acusado terminó su declaración. “Realizó una manifestación breve y dijo que fue él”, agregó el letrado.
Además de su confesión, se encontraron diferentes pruebas que ya lo apuntaban como el principal sospechoso. En su departamento, los investigadores encontraron un anillo que sería de la chica asesinada, el cual habría perdido durante un forcejeo que mantuvo para defenderse.
Por otra parte, también hay un video registrado por una cámara de seguridad -situada justo enfrente de la casa del acusado- en donde se lo mostraría cargando el cadáver de Gutiérrez. Esto demostraría que ya estaba sin vida antes de llegar al descampado, donde fue hallada la madrugada del jueves 18.
El femicidio de Catalina Gutiérrez
El cuerpo de Catalina, la chica de 21 años, fue encontrado dentro del auto de su madre en la ciudad de Córdoba. Estaba en el asiento trasero y parcialmente quemado.
De acuerdo a la reconstrucción, la joven planeaba encontrarse en la noche del 17 de julio con un grupo de amigos y le pidió prestado el Renault Clio a su mamá para reunirse con ellos en el Patio Olmos, pero nunca llegó.
La preocupación fue creciendo con el paso de las horas y, al no lograr comunicarse por teléfono con Gutiérrez, su hermana empezó a rastrear sus últimos movimientos a través del sistema de búsqueda de Apple.
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De esta manera, detectó que pasada la medianoche la señal del teléfono de la víctima se mantuvo fija en la calle Pedro Echagüe al 3900 y no volvió a registrarse ninguna actividad, por lo que dio aviso a la Policía y fue ahí donde encontraron su cadáver.
