Lucía Florencia Ayala tenía 27 años y encontró la muerte de una manera trágica. La tucumana había viajado junto a Fabio Rodrigo Alba (31), su novio, a Catamarca para rezar por Barbi, su sobrina de siete años, quien atraviesa un problema de salud.
Florencia y Fabio volcaron en la Ruta Nacional 38, a la altura del paraje tucumano El Huaico, en La Cocha. Ese día se celebraba el Día de la Inmaculada Concepción, situación que ocasionó que Florencia, impulsada por la fe, decidiese hacer ese recorrido para pedir por su sobrina.
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Florencia vivía en Los Vallejos, departamento de Chicligasta, era peluquera y la menor de tres hermanos. Además, era tía y madrina de Barbi. Su amor por ella fue el motor para movilizarse los más de 150 kilómetros que la separaban de la imagen de la Virgen en Catamarca.
“Fuiste a cumplir con ella y volvías, me prometiste. Y ahora qué hago sin vos, no encuentro calma al dolor tan grande que siento, me duele el alma”, fueron las palabras de su hermana Carolina.
Previo al viaje, Florencia había hecho un posteo en su cuenta de Instagram: en una de las historias le agradecía a la Virgen del Valle, patrona nacional del turismo y figura central de la fe católica de la provincia de Catamarca: “Otro año más cumpliendo con vos, Virgencita”.
Al momento del accidente, la pareja había recorrido más de la mitad del recorrido y les faltaban 50 kilómetros para llegar a destino. Fabio sufrió politraumatismos, heridas cortantes y golpes en el pecho. Su estado de salud es grave. Según indicó Carolina, “depende de un milagro”.
“No volveré a verte nunca más, mi princesa bella. Cómo te amo, y amo todo lo que fuiste como persona y más como madrina de Barbi, te amo siempre”, agregó Carolina, que indicó que su hermana fue al santuario con el propósito de que su ahijada se recuperara.
“Pido y ruego cadenas de oración para Fabio Rodrigo Alba. Todas sus plegarias serán de mucha ayuda y fortaleza para él. Muchas gracias. Compartir por favor”, escribió Gastón Alba, hermano de Fabio, quien por estas horas lucha por su vida.
