La fiscal de Misiones, Silvia Barronis, dio por concluida la investigación de la causa de pedofilia que involucra al exdiputado Germán Kiczka y a su hermano, Sebastián, y solicitó la elevación a juicio. Entre las pruebas clave, se hallaron casi mil archivos de abuso sexual de menores, de zoofilia y chats aberrantes que muestran cómo actuaban.
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Ambos permanecen detenidos desde agosto en la Unidad Penal VIII de Cerro Azul, por los delitos de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil. Además, Sebastián enfrenta una acusación adicional de abuso sexual a una menor de 13 años.
Tras el requerimiento fiscal, el proceso entra en una nueva etapa: la defensa tiene diez días para pronunciarse sobre la solicitud. Si se opone, será el juez Miguel Ángel Faría, del Juzgado de Instrucción N°4 de Apóstoles, quien deba resolver. De no mediar apelaciones, el caso avanzará a un Tribunal Oral que será sorteado posteriormente.
Las pruebas que complican a los hermanos Kiczka
En cuanto al material secuestrado en los distintos allanamientos, a Germán Kizcka se le encontraron 913 archivos multimedia con contenido de explotación sexual de menores, que estaban distribuidos en distintos dispositivos que ya fueron peritados.
Según el requerimiento, en las imágenes se ve “a niños y niñas de muy corta edad, algunos de los cuales a simple vista se advierte que son menores de 13 años de edad, siendo abusados sexualmente mediante diferentes prácticas como penetración (anal y vaginal), felaciones, entre otras, como así también en situaciones de desnudez, exhibiéndose sus genitales”.
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En los análisis de los discos rígidos de las computadoras que fueron secuestradas también se hallaron “imágenes y varios archivos de video de prácticas zoofílicas que involucran a menores, con una edad presuntiva inferior a 13 años, en actos sexuales con animales”.
La fiscal además incluyó entre las pruebas más contundentes el historial de búsqueda en eMule, una app que permite a los usuarios compartir archivos a través de internet sin que quede almacenado en el dispositivo.
”Redundan en la selección de características abusivas intrafamiliares, como así también practicas zoofílicas, bajo los nombres ‘hermana, hermano, sister, brother, madre, padre, familia, niñera, soo/dog. También búsquedas de ‘hermanos cogiendo’, ‘hermana tocándome’ y ‘espío a mi hija desnuda’”, expuso Barronis.
Kiczka había declarado ante el juez Miguel Faria y admitió que consume pornografía, pero negó “rotundamente haber mirado o buscado a menores de 13 años”. Respecto a las imágenes que hallaron en su computadora, el exlegislador dijo: “uno no sabe específicamente lo que descarga”.
Los chats aberrantes que encontraron en las computadoras de los Kiczka
Sebastián, el mayor de los hermanos, es el más complicado. Los archivos que se lograron encontrar fueron 319, de la misma índole que los que tenía Germán. En ese sentido, la fiscal incluyó en el requerimiento de elevación a juicio una serie de chats con mensajes aberrantes.
Una de las conversaciones fue con el contacto “Agatha 1000″, en la que le dijo: “Yo me bajé una app para ver nenitas de 12”, a lo que el otro usuario le respondió: “Vos me pasaste uno una vez y tenía 7. Le dejaban el orto así...”, junto a un sticker pornográfico.
En otra charla encontrada en el peritaje, el hermano del exdiputado habló con el contacto “Pripi”, que al parecer es menor de edad, y el contenido de los mensajes es terrible.
- Sebastián Kiczka: “Estoy con mi vecinita y te quiere conocer. Le presté mi cel para que juegue. Todo el tiempo está perreando ja ja. La mamá le dice que deje de perrear. La voy a esperar 3 años más, máximo”.
- Pripi: “Pero calmate, Sebastián. Quieto... tiene como 5 la nena”.
- Sebastián Kiczka: “Bueno, la voy a esperar 5 años. Ay, dios, me tengo que sacar esa adicción a las menores. Pero me gustan tanto”.
- Sebastián Kiczka: “Cuando quiero me atiendes en el baño y te siento en la barra como a las nenitas cuando van a visitarme y te hago dibujar o jugar con plastilina ¿Vos tenés 14 no?”.
- Pripi: “Si...”
En un tercer chat, Sebastián Kiczka habló con un contacto llamado “Gabi” y le dijo: “Quiero la de 14. No sé cómo hago pero siempre zafo. Y mirá que me cogí menores eh...”.
Al hermano mayor de los Kiczka también se le imputa el abuso sexual contra una joven de 15 años. El hecho habría ocurrido en un gimnasio de Apóstoles. Según el testimonio de la víctima, la empujó contra la bacha del baño, la besó en la boca y la manoseó.
Además, la adolescente relató cómo el acusado la tocaba cada vez que podía con la excusa de “ayudarla en sus ejercicios”, la invitaba a su casa para mantener relaciones sexuales sin su consentimiento, le mandaba fotos de sus partes íntimas y le pedía que se vistiera “con pollerita”.
“La magia del tío Germán”: el canal de Youtube de la polémica
Las prácticas abusivas de los hermanos también se trasladaban a un canal de YouTube que tenían en común, llamado “La magia del tío Germán”. Cada uno de los videos publicados fueron analizados por peritos forenses de ciberdelincuencia.
En el informe, los peritos sostienen que el material “comienza con elementos de ganar acceso a los menores, como por ejemplo dirigiéndose a una multitud de potenciales víctimas al mismo tiempo, utilizando estrategias de persecución con trucos de magia y experimentos caseros, denotando cuestiones de búsqueda de objetivos potencialmente vulnerables”.
“De la producción de La Magia del Tío Germán se podría considerar que los agresores se encontraban en la ‘fase digital’, donde dan un trato aparentemente agradable para poder cumplir su objetivo de conocer y captar niños, niñas y adolescentes”, añadieron.
“Se observa que los agresores, en esta fase, adaptan su lenguaje a la jerga típica de los menores y hablan de temas de interés para estos. Además, crean una identidad más deseable y acorde a los gustos de los menores, a partir de lo cual consiguen llamar la atención de los mismos, sostenerla y ampliar a más”, agregaron los peritos.
Las pericias psicológicas a los hermanos Kiczka
Barronis expuso sus fundamentos para pedir que los hermanos Kiczka sean juzgados y entre ellos incluyó las pericias psicológicas y psiquiátricas que se le practicaron a los imputados, que podrían ser determinantes en el juicio.
Sobre Germán, indicó: “Presenta elementos compatibles con una personalidad narcisista, caracterizada por rasgos psicopáticos, obsesivoscompulsivos, paranoides; con predominio de características egocéntricas y omnipotentes; con tendencia a la pedofilia”.
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“Sin riesgo de peligrosidad psicopatológica para sí mismo, no así para terceros por la falla en el manejo de sus impulsos y su gran habilidad para planear conductas ilícitas/delictivas y negar su existencia, presentando inhabilidad para reconocer sus errores y la responsabilidad que le competen sus decisiones y acciones”, agregó en el informe.
En cuanto a Sebastián, señaló: “Presenta elementos compatibles con una personalidad neurótica con rasgos depresivos, paranoides y esquizotípicos. Si bien no se observan indicadores de conductas disruptivas, desafiantes, ni orientaciones psicopáticas, el evaluado presenta indicadores compatibles con trastornos de las preferencias sexuales de tipo no exclusivo”.
“Esto quiere decir que sus preferencias sexuales incluyen tanto niños (pedofilia) como adultos, que si bien explica su actuar como expresión de su placer sexual, es un sujeto con perfecta comprensión y conocimiento de su actuar ilícito, por lo que sus facultades de juicio y voluntad no están afectadas para el delito que se le imputa”, añadió.
Con todas estas pruebas, la fiscal solicitó que se eleven las actuaciones a juicio a Germán Kiczka por los delitos de tenencia, facilitación y distribución de material de explotación sexual infantil agravado por ser las víctimas menores de 13 años de edad en concurso real; y a Sebastián Kiczka por tenencia y facilitación de material de explotación sexual infantil agravado por ser las víctimas menores de 13 años de edad y abuso sexual sin acceso carnal en concurso real.
