Tras el giro en la investigación del caso María Cash y la detención del camionero Héctor Romero como único sospechoso de haberla asesinado, la Justicia Federal de Salta busca avanzar hacia la verdad. Uno de los testigos clave en el expediente es Ramón Crespín, propietario de una gomería en la localidad de Palomitas y cuyo testimonio complicó al imputado.
En declaraciones a TN, Crespín ratificó la versión que dio en sede judicial: dijo que él jamás vio pasar a María por la zona, en contraste con una de las declaraciones de Romero respecto del lugar donde había dejado a la diseñadora de ropa luego de levantarla cuando hacía dedo en la ruta 9/34.
Leé también: “No le hice nada malo”: qué declaró el camionero Romero tras ser imputado por el asesinato de María Cash
“Si alguien viene caminando o un auto baja del asfalto al ripio, los perros siempre ladran y nosotros salimos a ver”, afirmó el testigo. Y agregó: “Al señor (Romero) no lo conozco. Acá en la gomería nunca paró. Puede haberla dejado donde él menciona, pero ella debería haber pasado caminando por acá. Y como digo, los perros son como un timbre. Pasa alguien, ladran y nosotros salimos. Por acá María nunca pasó”.
En una de sus declaraciones, el camionero dijo que había llevado a Cash desde la rotonda de Torzalito hasta la gruta de la Difunta Correa. Crespín volvió a negar la veracidad de ese testimonio, y mencionó que se enteró de la desaparición de la joven, ocurrida en julio de 2011, por los medios. “A la chica la vi por fotos y por las imágenes del peaje de Aunor”, sostuvo.
“En ese tiempo, acá estaban mi papá, mi hermano, una señora que vendía velas junto a mi papá en la gruta de la Difunta Correa”, enumeró, y dio detalles sobre los movimientos habituales del lugar: “Hay hombres que hacen dedo. Pasan bicicletas, alguno pide agua. Pero mujeres no pasan”.
El testigo volvió a ser citado por la Justicia en los primeros días de noviembre, a partir del impulso que tomó la causa, que incluyó una depuración de declaraciones y testigos, y el aporte de nuevas pericias.
Leé también: Caso María Cash: una por una, las pruebas que acorralan al camionero acusado de haberla asesinado
A partir de estos elementos, las sospechas se dirigieron hacia Romero. Una de las últimas novedades del caso sugiere que el 8 de julio de 2011, cuando a María Cash se le perdió el rastro para siempre, el camionero cambió su recorrido y tardó mucho más tiempo que el habitual. La hipótesis de la acusación por “homicidio calificado por alevosía”, a cargo del fiscal Eduardo Villalba, sostiene que el detenido asesinó a la joven (tenía 29 años entonces) y luego ocultó el cuerpo.
“Volví a hablar hace tres semanas y dije lo mismo que cuando me llamaron en 2011. No puedo decir otra cosa o inventar algo que no es”, remarcó Crespín. Y concluyó: “Pensaba que no iba a seguir investigando el caso. Ojalá, por la familia de ella, que se llegue a la verdad”.