Un hombre de 66 años alertó a la Policía sobre el crimen de su vecina, durante la investigación fingió ayudar en el caso y aseguró que era inocente. Sin embargo, en las últimas horas la Justicia lo encontró culpable por el asesinato y lo condenó a prisión perpetua.
El crimen ocurrió el 15 de febrero de 2023 y la sentencia se conoció este miércoles. Miguel Ángel del Valle Cáceres reconoció su responsabilidad en el crimen de Rosa Lucero, de 93 años, ocurrido en una vivienda ubicada en calle Rivadavia 347 de la localidad de La Cumbre, Córdoba.
Leé también: Conmoción en Ingeniero White: encontraron el cuerpo de un joven dentro de un buque de Prefectura
De esta manera, en un juicio abreviado, la Cámara del Crimen de Cruz del Eje declaró a Cáceres culpable de robo calificado y homicidio criminis causa. La investigación determinó que el hombre, que era inquilino de la víctima, la mató para robarle dinero.
Además, en el mismo proceso, condenaron a José Mercado a un año y ocho meses de prisión de cumplimiento condicional por el delito de encubrimiento, teniendo en cuenta que fue la persona que cambió parte de los dólares robados en la vivienda de Lucero.
El crimen de “Rosita”, como era conocida por todos en el barrio, generó conmoción en la localidad, ya que nadie imaginó que el hombre en el que la víctima más confiaba era el responsable del feroz ataque.
En aquel entonces, mientras los investigadores comenzaban a buscar al asesino, Cáceres brindó declaraciones al Noticiero Doce y dijo que Rosa era “como una madre” para él.
Leé también: Caso Loan: a 168 días de su desaparición, piden prisión preventiva para los siete detenidos y nuevas pericias
Pese a ello, un mes después lo detuvieron tras analizar las pruebas en su contra. Inclusive, se determinó que montó una escena para desviar la pesquisa.
El crimen de Rosa
La investigación judicial determinó que, entre las 3:00 y las 4:00 del 15 de febrero de 2023, el acusado ingresó a la vivienda con la intención de robarle 57.700 dólares y $1.100.000, aproximadamente.
Tras ello golpeó a la víctima en la cabeza con un objeto contundente y le provocó la muerte. Luego, colocó el cuerpo en el pasillo de la casa, cerca del dormitorio.
Poco después, montó una escena para desviar la investigación. Forzó la puerta de la cocina y colgó una soga de más de cinco metros desde una ventana hacia el patio interior de la propiedad.
Luego de armar toda la escena, alertó al 911 e indicó que “estaba llamando desde la escalera” a la mujer y, al no recibir respuesta, decidió subir a su departamento, donde la encontró tendida en el suelo, aparentemente sin vida y con abundante sangre a su alrededor.
Ante el sorpresivo rumbo que tomó la causa, en aquel entonces trascendió que la relación entre Cáceres y Lucero se había roto debido al inminente remate de la propiedad y los reclamos de la jubilada. Cáceres vivía en la planta baja del edificio y en la parte frontal funcionaba un minimercado. La mujer residía en la parte de arriba.
Durante la investigación, se descubrió que varios años atrás, Rosa le habría donado derechos sucesorios de la propiedad a cambio de que él la cuidara. Sumado a ello, el hombre tenía una llave del departamento y acceso a su aplicación bancaria. “Para mí, ella era como una madre. Incluso tenía acceso con mi propia llave”, declaró el asesino cuando aún era testigo.
Finalmente, la Justicia lo encontró culpable y ahora deberá cumplir una prisión perpetua.