Una nueva estafa piramidal millonaria está en la mira de la Justicia luego del escándalo que generó la empresa Rainbowex en San Pedro. Este caso involucra a los vecinos de Paraná y a una financiera que recibía autos como parte de pago y prometía rendimientos mensuales en dólares. Son tres los sospechosos investigados.
La historia involucra a la financiera San Mar S.A.S. que abrió en la capital entrerriana en el 2020 y que, según detallaron fuentes judiciales a TN, solamente estaba habilitada para dar préstamos. “No estaba habilitada a tomar capitales genéricos”, explicaron fuentes del caso.
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Sin embargo, la financiera comenzó a tomar inversiones de distintas personas y ofrecía tasas de rendimientos que iban desde un 2,5% a un 5% en dólares mensuales. Es decir, que podía llegar a dar un rendimiento de hasta un 60% anual en dólares. De esta manera, si una persona decidía invertir US$10.000 en esta financiera, se podía llevar hasta US$6000 por año.
Pero no solo eso, también aceptaban autos como parte de pago. “Las personas que no tenían liquidez podían poner su auto y la empresa lo valuaba”, explicó una fuente con acceso a la causa.
“Si un auto valía US$12.000, tomaban como que esa persona había invertido ese dinero y le daban un rendimiento mensual en dólares”, detallaron. “Hoy la plata no está y el auto tampoco porque lo vendieron sin haberle avisado a la persona”, indicó a este medio.
El esquema, comúnmente conocido como Ponzi, explotó en junio de este año cuando la empresa no podía devolverles a los inversionistas ni siquiera el capital inicial que habían depositado.
Fuentes judiciales comentaron a TN las maniobras que intentaron los dueños de la financiera para evitar que los inversionistas los denunciaran: “Les ofrecían bajar la tasa a un 2,5% mensual. Si estas personas se negaban, les decían que mantenían la tasa a cambio de que no retiraran el dinero”.
Un buen tiempo tardaron en llegar las denuncias, que finalmente aparecieron en oleada durante las últimas semanas. Algunos damnificados las hicieron en la comisaría y otros, advertidos sobre el caso, directamente se presentaron como querellantes ante la fiscalía.
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Hasta el momento son 39 las personas que denunciaron haber sido estafados por la financiera San Mar S.A.S., pero según detallaron desde la fiscalía, todos los días llegan nuevos presuntos damnificados para dar sus testimonios. “Hay empleados de comercio, hay empresarios, hay gente que puso todos sus ahorros”, contaron.
La investigación judicial no tardó en avanzar y tres sospechosos aparecieron en la mira. Matías Santa María, el dueño de la financiera que solía mostrarse en redes sociales con fajos de dinero, y los hermanos Julio y Andrés Gamarci.
Quiénes son los sospechosos de la estafa piramidal en Paraná
Matías Santa María está acusado de ser el cerebro detrás de la estafa piramidal millonaria. No operaba solo, utilizaba dos empresas llamadas Fanmar y Jifa con la presunta colaboración de los hermanos Gamarci.
Cuando comenzó la investigación, Santa María no pudo ser localizado por la Justicia: estuvo un mes y medio desaparecido. Fue por esto que el miércoles 16 de octubre se dictó una orden de captura internacional.
El sospechoso se entregó por sus propios medios dos días después. Automáticamente quedó detenido y el fiscal Santiago Alfieri lo imputó por los delitos de asociación ilícita y estafas.
El acusado, defendido por el abogado Pedro Fontanetto D’Angelo, se abstuvo de declarar y este lunes se dictó su prisión preventiva: estará detenido bajo la modalidad de domiciliaria durante 120 días con tobillera electrónica.
Fuentes judiciales aclararon que los querellantes se mostraron de acuerdo con la prisión domiciliaria, siempre y cuando mantenga la tobillera electrónica. “Con tobillera, en el centro de la ciudad, no tiene chances de escaparse”, agregaron fuentes de la causa.
“No se descarta la posibilidad de que se pueda llevar adelante un acuerdo”, le explicaron a TN sobre la intención de los denunciantes.
El otro imputado en la causa es Andrés Gamarci, contador de profesión y con la misma acusación que le cabe a Santa María. La fiscalía lo pone como un hombre clave en la asociación ilícita paranaense.
Su hermano Julio es abogado, fue director técnico de la Selección Argentina de Softboll durante 14 años. En ese período salió campeón del mundo en 2019 y ese mismo año ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima.
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En marzo de este año, tres meses antes de que explotara la estafa, decidió dar un paso al costado de la dirección técnica. Fuentes cercanas a la causa lo señalan como el hombre que se hizo cargo del negocio mientras Santa María estaba desaparecido.
“Estamos evaluando si se trata de una intervención técnica o una intervención que materialmente posibilitó conservar inversiones y captar nuevos clientes”, señaló el fiscal Alfieri en diálogo con Radio Paraná.
Cómo avanza la investigación judicial
La investigación que lleva adelante el fiscal Santiago Alfieri tiene como foco la maniobra que utilizaron Santa María, los hermanos Gamarci y un posible cuarto integrante para estafar a por lo menos 39 personas.
“Estamos investigando la defraudación de presentarse solventes. Ellos operaban con el conocimiento de que era insostenible la estructura”, explicó uno de los investigadores a este medio.
Las denuncias siguen entrando a la fiscalía y los investigadores deben determinar qué operaciones fueron parte de un delito. Eso depende del consentimiento que tuvo el inversor para mantener su plata en la financiera.
Es el caso de las personas que fueron advertidas por la financiera de que tenían dificultades para devolver su plata y aun así aceptaron una prórroga más larga. “Hay un riesgo de invertir en las mesas de dinero, y es que es que no hay garantías del Banco Central”, detallaron fuentes de la causa.
Los investigadores explicaron que sí sería un delito si la persona fue a retirar su dinero y los acusados lograron la conservación de ese capital mostrándose solventes aunque no lo estuvieran.
“Todos tienen contratos de mutuo acuerdo, todos tienen pagarés. Ahora lo difícil es terminar de concretar el monto porque no paran de llegar denuncias”, explicó una fuente con acceso a la causa.
La investigación continúa y las cuentas que están relacionadas con la financiera permanecen bloqueadas. También corre una circular del Banco Central para que todas las entidades financieras adviertan si tienen sociedades con la empresa investigada.
Hasta este miércoles se produjeron allanamientos, uno de los últimos fue en el supermercado La Peruana, que funcionaba como base de operaciones de la maniobra. Allí se analiza la participación de otro sospechoso que no fue imputado, pero que está siendo investigado.
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Se trata de Cristian Vital, el hombre que figura como socio de ese supermercado y que podría haber formado parte de la asociación ilícita que habrían llevado adelante Matías Santa María y los hermanos Gamarci.