En las últimas horas, encontraron sin vida a una mujer de 34 años que estaba desaparecida desde hace dos meses en Río Negro. Un grupo de pescadores vio el cuerpo flotando y alertó a las autoridades. Ahora investigan las causas de la muerte.
El dramático hallazgo ocurrió este domingo por la mañana en la zona del río Colorado en la localidad de Catriel. Los efectivos de criminalística llegaron al lugar y trasladaron el cadáver a la morgue de General Roca.
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Por el avanzado estado de descomposición, la autopsia debió realizarse recién este martes, cuando finalmente se logró confirmar que se trataba de Ruth Cisterna, la mujer que estaba desaparecida desde el 17 de julio.
La joven de 34 años era madre de tres chicos. Fuentes del Ministerio Público Fiscal indicaron a los medios locales que el informe brindado por el Cuerpo de Investigación Forense señala que el estado de los restos reveló que es compatible con la permanencia en el agua desde el tiempo de la desaparición y que “no hay signos de criminalidad”. Además, los tatuajes fueron clave para determinar su identidad.
La desaparición
De acuerdo a lo informado por el medio local LM Neuquén, en base al testimonio de sus familiares, la mujer atravesaba un profundo cuadro depresivo. La mañana que se fue de su casa, ubicada en el barrio 400 Viviendas, avisó a su trabajo que no iría por temas personales y le dejó una carta a su familia.
Esa fue lo última que supieron de ella. Poco después del mediodía, su madre realizó la denuncia por desaparición y se activó el protocolo de búsqueda. En ese operativo participaron Brigadas de Policía, Bomberos, Protección Civil, Criminalística de Catriel y 25 de Mayo (La Pampa), Prefectura Naval, baqueanos a caballo, familiares y amigos. Se la buscó con botes, kayaks, motos y drones, pero no había rastros de ella.
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Poco después y con base en los datos detectados en la carta que había dejado, la Policía llegó hasta el lugar conocido como las cinco compuertas, donde encontraron las prendas de ella que fueron reconocidas por su mamá.
Es por eso que, sumado a las imágenes que surgieron de las cámaras de seguridad de la zona que la mostraban caminando hacia el río, se reforzaba la hipótesis de un suicidio.
El temor se incrementó días después, cuando perros de la policía de Cipolletti hicieron todo el recorrido desde la casa y se detuvieron en el sistema de derivación de riego. Con estos elementos, los rastrillajes para dar con el paradero de la mujer se centraron en la zona del canal grande y parte del río Colorado, pero sin ningún tipo de resultados. Finalmente, su cuerpo fue hallado flotando en la misma zona más de dos meses después.
