Leonardo David Capli salió a pescar con sus amigos en la localidad misionera de San Ignacio y nadie volvió a saber de él. Después de tres años de búsqueda, su mamá está desesperada y pide ayuda, aunque empezó a perder la esperanza de encontrarlo con vida.
El adolescente de 15 años vivía con su hermana y la pareja de ella, en el barrio Villa Emma. El último día que lo vieron, en la mañana del 1 de octubre de 2021, uno de sus amigos pasó a buscarlo para ir a pescar. Desde ese momento, todo es un misterio.
Leé también: Un maestro desapareció en Misiones: salió de dar clases, dejó su auto y lo buscan desesperadamente
La familia pensó que se había quedado en la casa de alguno de los chicos, algo que solía hacer cada tanto. “Le dije a mi hija que aguantemos un poquito para ver si volvía, pero le dimos un tiempo y no apareció”, contó su madre Angelina Giménez en diálogo con TN.
En medio de la desesperación, hizo la denuncia y la causa recayó en el Juzgado de Instrucción N°2 de Jardín América. Nunca hubo pistas concretas, aunque ella tiene sus sospechas. En varias oportunidades, intentó comunicarse con el amigo que pasó a buscarlo, pero no recibió respuestas y hasta fue bloqueada por la madre del adolescente. “Tal vez sabía algo o tenía miedo de que al hijo le pase algo parecido a lo que pudo pasarle al mío”, consideró.
Mientras iban camino a pescar, Leandro y su amigo pasaron a buscar a otros dos chicos, pero Angelina nunca supo quiénes eran: “Hay alguna posibilidad de que estén involucrados, y también los padres”.
Al inicio de la búsqueda, la Unidad Regional XIII realizó rastrillajes en los barrios Evita, colonia Santo Domingo Savio y en las zonas rurales de esa localidad misionera, lugares por donde habría sido visto por última vez, según el testimonio de algunos vecinos.
Leé también: Novedades en el caso Lucas Escalante: buscan el cuerpo en Mar Chiquita porque su familia recibió un anónimo
“De la Justicia hace mucho no recibo novedades. Lo último que me dijeron es que si no tienen un cuerpo no pueden hacer nada”, explicó Angelina. También le comentaron que debería aparecer un arma para que la causa sea caratulada como “homicidio”.
Con el tiempo, la búsqueda se dejó de lado y hoy no se hacen rastrillajes. “Están esperando que alguien venga y diga ´mirá, acá está el cuerpo, lo enterré acá´. ¿Cómo lo van a encontrar si no hacen nada?”, apuntó.
“Si voy al juzgado no me sirve de nada, voy a llorarle al juez y me dice ´sí señora, la entiendo´, pero acá termina todo. No me entiende nada, si supiera lo que sufro, la desesperación que tengo para volver a abrazar a mi hijo y saber qué le pasó. Acá hay fotos hasta de Loan Peña, pero de mi hijo no encontré ni en San Ignacio”, agregó.
Leé también: Iba a visitar a un amigo y nunca llegó: la desesperada búsqueda de un hombre en Córdoba
Algo que se logró determinar a lo largo de estos años es que los adolescentes llegaron a pescar, ya que un testigo aseguró que les prestó un bote. “Esa noche dice que escuchó gritos fuertes y que no fue a ver porque no tenía linterna”, dijo Angelina. Después de no ver avances en la investigación, la familia lo buscó por sus propios medios, pero no tuvo éxito: “Caminé con mi pareja e hicimos rastrillajes nosotros mismos, pero no encontramos nada”.
“No tengo esperanza de encontrarlo vivo”
El dolor de Angelina es el mismo que tienen el resto de las 91 madres de chicos menores desaparecidos en la Argentina, de acuerdo a la estadística que informa la página oficial de Missing Children.
“Tengo un presentimiento de que ya no está vivo. La hipótesis más fuerte es que lo mataron ahí en el agua y que lo largaron. Eso me hace pensar que fue así. No tengo esperanza de encontrarlo vivo”, lamentó.
El próximo 19 de septiembre, Leonardo cumpliría 18 años y su madre lo piensa todos los días. “No sé qué pudo haber hecho para sufrir lo que supongo que sufrió o que le hagan lo que le hicieron. Siempre fue un chico amable, respetuoso y sin maldad”, resaltó.
Leé también: Excavaciones, rastrillajes y un vidente: buscan en Entre Ríos a un jubilado que desapareció hace 50 días
A pocos días de que se cumplan tres años de la desaparición, Angelina continúa en la lucha para poder encontrarlo y, aunque sea, poder despedirlo: “Me gustaría que alguien me diga dónde está, encontrar por lo menos los restos. Es desesperante no saber dónde está tu hijo, siento que me voy a morir sin saber qué le pasó”.