Un suboficial del Ejército confesó haber matado y enterrado al empresario Nelson Ariel Romero en Santa Cruz. El acusado es José Daniel Cabrera Gallardo, quien ya estaba detenido por el crimen después del hallazgo de manchas de sangre en su casa.
Horas después de su detención, el joven de 27 años pidió que llamaran a su abogado y le dijo que le iba a “contar la verdad”. “Había cosas que no encajaban en sus primeras declaraciones. No era lógico lo que me relataba a mí y lo que dijo en la indagatoria”, explicó Jorge Trevotich, según consignó el medio local ADN Sur.
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Romero había sido visto por última vez el lunes 19 de agosto cuando salió de su casa junto a su perro en una camioneta Ford Ranger blanca. Un día después, la Policía encontró el vehículo en el pasaje El Salvador y Estados Unidos. Tenía las ventanas rotas y en su interior encontró sangre.
Como parte de los operativos de búsqueda, se realizaron varios allanamientos que arrojaron como principal sospechoso de la desaparición a Cabrera Gallardo. En su casa encontraron manchas de sangre que pertenecían a Romero y tenía varias pertenencias del empresario.
El suboficial quedó detenido y brindó información clave a la Policía de Santa Cruz. El abogado aseguró que su defendido pidió que le mostraran Google Maps para señalar la ubicación precisa.
De esa manera, personal policial encontró el cadáver en la tarde del viernes 23 de agosto en un terreno en el barrio Ayres Argentinos de Río Gallegos. “Cuando estaban haciendo el rastrillaje se vio un montículo que parecía vegetación silvestre, una mata. Pero al acercarse estaba semienterrado el cuerpo, porque se veía un rostro”, explicó el vocero policial Elbio Ramírez.
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Si bien al principio negó su participación, Cabrera Gallardo reconoció en las últimas horas ante su abogado que era el responsable del crimen de Romero. Su confesión marca un punto crucial en la investigación, ya que ahora deberán determinar el vínculo y los motivos detrás del asesinato.
Dueño de un kiosco y exconcejal: quién era Nelson Ariel Romero
Romero tenía 56 años y era oriundo de la ciudad Villa de Merlo, San Luis, donde fue director de Deportes del Municipio y también concejal. También era el dueño de un kiosco en el centro de la localidad. A pesar de que hacía años que no vivía ahí, era respetado y querido por la comunidad.
“Había un vínculo muy grande y toda la gente de Merlo lo conoce. Hace muchos años ya se fue a Río Gallegos. Toda la villa hoy se sintió conmocionada por esta noticia”, contó el periodista Juan Carlos Christiansen, que era amigo de la víctima, en declaraciones radiales.
“Todos lo conocíamos como Ariel el de ‘El Oso’ por el nombre del local”, agregó Christiansen, y concluyó: “Era una persona que realmente siempre estuvo comprometida con la comunidad”.
