Enrique Fabiani desapareció el 4 de junio en Alcaraz, Entre Ríos, luego de salir a cazar con dos amigos. Más de dos meses después, continúa la búsqueda sin ninguna pista concreta ni imputados.
Desde el miércoles, comenzó un operativo en conjunto entre la Policía de Entre Ríos, Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional y efectivos del Servicio Penitenciario de esa provincia, confirmó el abogado de la familia, Rubén Pagliotto.
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En el operativo, coordinado por el fiscal Mauro Quirolo, colaboran brigadas de canes, helicóptero, buzos tácticos, personal de criminalística, entre otros. En paralelo, las autoridades siguen tomando testimonios, agregó Pagliotto.
Por el momento, la última pista es el cartucho de escopeta de Fabiani que encontró el vidente Hugo Almará, vecino de Estación Sosa (un pueblo ubicado a 10 kilómetros de María Grande, donde se centra la búsqueda). El vidente se sumó al operativo cuando dos vecinos de María Grande les sugirieron su intervención a las autoridades de la Jefatura Departamental de Villaguay.
El abogado le contó a TN que el vidente fue con la policía “al lugar que su videncia le señalaba como posible zona donde se encontraría a Enrique Fabiani”, pero encontró el cartucho calibre 20, color amarillo y de plástico. Sin embargo, esto aumentó la incertidumbre.
“Despierta muchísimas dudas el hallazgo del cartucho de la escopeta de Fabiani. No están muy claras las circunstancias en que fue hallado ese cartucho, tenemos dudas de que hayan plantado ese cartucho, como se hizo con el botín de Loan en Corrientes”, señaló Pagliotto.
Los llamados y mensajes que recibe la familia tampoco aportan alguna pista, no apuntan a “nada en concreto”, afirmó Melisa Fabiani, hija del santafesino. No obstante, el nuevo operativo le da esperanza. “Se va a verificar y corroborar que mi papá no esté perdido en los alrededores, porque si no, va a tener más fuerza la hipótesis de la desaparición forzada o posible homicidio, más allá de que todavía por la parte creyente, la parte de fe, uno lo sigue buscando con vida, más allá de que somos conscientes de que llevamos 73 días”, sostuvo.
Lodi, el último que vio al jubilado
Julio Lodi, propietario de la Estancia La Criolla, fue el último que vio a Enrique Fabiani a la medianoche del día de su desaparición, según declaró. Lodi aseguró que observó al hombre por la ventana, salió “desarmado, solo con una linterna, y mantuvo un diálogo cordial” con él. Así lo detalló Pagliotto. Sin embargo, “la mayor sospecha, hasta el momento, recae sobre Julio Lodi”, agregó.
“Detalle no menor: nadie le cree que teniendo tres armas, que en un principio negó tenerlas sin que nadie se lo preguntara, haya salido de cuerpo gentil, solo portando una linterna. Todos: fiscal, policías y abogados de la familia y la propia familia estamos absolutamente convencidos de que Julio Lodi salió armado a sacar a Lodi de su campo. Tenemos sospechas de que quizás lo encontró antes de las 12 de la noche en su campo. Él dice que Fabiani aparece como a las 12 de la noche, pero es probable que haya sido antes”, remarcó el letrado.
La llamada de Lodi a la Brigada Policial de Abigeato es otra incógnita, porque el testigo afirmó que Fabiani “era buena persona” luego del breve encuentro. “Además, los policías cuentan que cuando llamó a la policía, Lodi estaba muy alterado, acelerado, a tal punto que no se le entendía bien lo que decía. Otro tema que despierta muchas dudas fue el hallazgo de un casquillo de escopeta de calibre 12 en el patio de su casa, cuando ninguna de las tres armas que se le secuestraron en su casa se correspondían con ese calibre. Lo que se resignifica cuando él mismo dice que nadie viene a cazar a su campo, con lo cual, ¿cómo se explica la existencia de ese casquillo de una escopeta calibre 12?”, agregó.
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Por otro lado, Pagliotto aclaró que la hipótesis que involucraba a los oficiales de Abigeato “es muy débil” luego de recibir los resultados del geotracker del celular de los agentes, “que indica que la única parada del móvil fue de casi cuatro minutos frente a la tranquera de ingreso al campo del señor Lodi. Con lo cual, hasta el momento, el geotracker revela idéntica información a la suministrada por los funcionarios policiales”.
La última hipótesis que el abogado considera “es que la muerte de don Enrique haya sido natural y lo que ha fallado ha sido la búsqueda. De todas las posibilidades de Fabiani sin vida, ojalá sea esta, y no tengamos que comenzar la investigación de un crimen luego de hallar el cuerpo”, adelantó.