El 7 de diciembre de 2023 el remisero Facundo Pereyra participó de una protesta en reclamo por mayor seguridad para los choferes en la ciudad de Córdoba y advirtió que, si la situación no cambiaba, temían “por un hecho grave”. Cinco meses después, en la madrugada del domingo 26 de mayo, fue asesinado por cuatro adolescentes de un disparo por la espalda mientras trabajaba.
“Todos los días tenemos un hecho de inseguridad. A veces los asaltos se frustran porque los choferes se defienden, pero esto a la larga va a traer consecuencias”, dijo Pereyra a fines del año pasado en una entrevista con Somos Río Cuarto. Tras el crimen, sus palabras se volvieron tristemente premonitorias de su propio final.
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Por el asesinato del remisero, la policía detuvo a cuatro sospechosos cuando intentaban vender el celular de la víctima. Se trata de un joven de 16 años - el único imputable que ya fue puesto tras las rejas -, y otros tres adolescentes de 14 y 15 años quedaron a disposición de la Justicia de Menores.
Uno de los menores fue entregado por su madre, quien en las últimas horas expresó: “Mi hijo me terminó pidiendo que lo llevara a la policía para entregarse y hacerse responsable del hecho. Yo pido que no lo larguen en dos meses porque va a seguir en las drogas y con las armas”.
“Yo pedí ayuda y dije toda la verdad sobre lo que mi hijo hacía, pero nadie me ayudó. Necesito que mi hijo se sane. Lamento mucho lo que le pasó a esa familia y pido perdón en nombre de todos los chicos”, agregó desesperada la mujer.
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La investigación por el crimen del remisero
Aunque el caso todavía continúa en etapa investigativa, el ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quintero, detalló que “al remisero le robaron el celular y lo habrían vendido para comprar droga”.
“Cada vez hay más menores involucrados en casos de robo. Y la mayoría lo hace para comprar droga, lo cual habla de la profunda situación que nos toca atacar”, manifestó el funcionario en Cadena3. Además, con la detención de los menores se comprobó que en reiteradas oportunidades publicaron en sus redes sociales imágenes manipulando pistolas.
Pereyra era papá de tres hijos, trabajaba en una empresa de traslados de personas discapacitadas y de noche hacía plata extra como remisero.