Un grupo de vecinos descubrió “un cementerio de perros descuartizados” en un terreno baldío ubicado en la localidad bonaerense de Castelar y sostiene que se trata de animales que fueron sacrificados para convertirlos en comida.
Corrían las primeras horas del martes 2 de abril cuando un mensaje cayó en el grupo de WhatsApp que crearon los vecinos de la zona para mantenerse alerta por la inseguridad. “Parece pelo de un caniche”, escribió una vecina al tiempo que adjuntó una foto de una bolsa que contenía pelaje de un supuesto perro.
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Las teorías empezaron a llover en el chat sobre qué podría haber dentro de la bolsa y el padre de Lourdes Barigozzi decidió terminar con el misterio y fue hasta la calle Arturo Capdevila, ente Río de Janeiro y Alfredo Bufano, donde se ubica el mencionado baldío que pertenece al municipio de Morón y en el que suelen dormir personas en situación de calle.
“Sin tocar mucho, encontró algunas bolsas tiradas y le hizo un tajo a uno para no manipular lo que había adentro. Ahí se encontró con que había otro perro descuartizado”, explicó la joven a TN sobre el escalofriante hallazgo.
La cantidad de bolsas empezó a crecer una vez que el hombre se dispuso a recorrer el predio. “Se encontró con un montón. No sé la cantidad de perros que debe haber, pero son un montón”, agregó Lourdes.
Pero el desagradable descubrimiento no terminó ahí, porque a medida que avanzaron con la recorrida fueron estableciendo más detalles: “Lo que se llegó a ver son solo los pelajes de los perros, porque están totalmente descuartizados y despellejados como si les hubiesen sacado el cuero. No está la lengua, no está la carne ni, el corazón”.
Las elocuentes fotos que fueron compartiendo a través del mismo grupo que mantienen los vecinos, provocó que se genere un sinfín de hipótesis sobre distintos temas: desde qué raza son los animales hasta el motivo por el que aparecieron ahí y los posibles culpables. “Algunos dicen que son cocker y otros caniches”, contó.
En medio de las idas y vueltas entre los vecinos, Lourdes decidió tomar el mando de la situación y fue hasta la comisaría 3° para realizar la denuncia. “Ahí nos dijeron que no es la primera vez que pasa en Castelar”, reveló.
El escalofriante antecedente ocurrió en una plaza de Castelar Norte, conocida como Plaza del Vagón, donde hace unos años también aparecieron una serie de perros descuartizados en bolsas. “No sabemos si es la misma persona”, contó la joven.
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Lo cierto es que los vecinos aseguran que desde la comisaría aún no les brindaron soluciones, pese a haberles tomado la denuncia. La joven reclamó que los policías “ni siquiera fueron a ver la escena donde hay un cementerio de bolsas ensangrentadas”. “La policía como que nos dice que hagamos justicia por mano propia, porque dicen que no pueden hacer nada”, remarcó.
Desde el martes 2 de abril hasta este miércoles no hubo demasiadas acciones por parte de las fuerzas de seguridad, por lo que los vecinos se organizaron: “Les decimos que no dejen salir a sus perros solos bajo ninguna condición porque los pueden matar”.
Este mismo miércoles Lourdes fue a la Unidad de Gestión de Control (UGC) N°6 de Morón donde tomaron su reclamo y unas horas después —cerca del mediodía— se acercó al terreno baldío de la UGC N°14 para juntar las bolsas que dispersas por el lugar.
“Pusieron todas las bolsas dentro de una bolsa negra de consorcio y la dejaron ahí para que pasen a buscarla. Como que fueron a limpiar y nada más”, reclamó Lourdes Barigozzi.
Las macabras hipótesis que barajan los vecinos de Castelar
“La hipótesis que se maneja es que es muy probable que se hayan comido la carne del animal”, dijo Lourdes Barigozzi, quien confirmó que dentro de las bolsas eran todos perros, que ninguno parecía ser callejero y que todos tenían el pelo muy bien cuidado.
La teoría que sostienen los vecinos se ampara en varios elementos: el primero es que no hay carne de los animales en ningún lado, más allá de unas pocas vísceras que se desprenden por el baldío; y en segundo lugar la ausencia de huesos.
En ese sentido, Lourdes señaló: “En la zona del descampado hay un sector preparado como para cocinar como si fuese una mini parrillita. Había un montón de cosas quemadas, había maderas como si hubieran preparado una fogata y se veía como que hubo fuego”.
A su vez, no descartan la posibilidad de que sea una o varias personas de otra zona: “Pueden venir de otro lado y tirarlo acá porque es un descampado en el que la gente va a tirar basura. Suponemos que aprovecharon a tirarlo ahí”.
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“No se ven los huesos, no se ve el cráneo, no se ve la carne del animal. Creemos que esta persona lo debe haber hecho en otro lado y tiró las bolsas ahí por descarte, porque es una calle muy oscura”, remarcó la joven, quien adelantó que se comunicará con organizaciones protectoras de animales para que puedan asesorarla.