En Grand Bourg, unos días antes de que el caso Lucio Dupuy viera luz, hubo otro crimen atroz. Y este martes, dos años y cuatro meses después, hubo justicia: Marcelo Javier Fernández (26) fue condenado a prisión perpetua por matar a golpes a Valentino Troncoso -de apenas 2 años- mientras dormía.
“El dolor va a ser eterno y nada podrá aliviarlo, pero al menos el asesino va a pagar”, dijo a TN Sara Troncoso, mamá de la víctima, minutos después de que se conociera la sentencia.
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El Tribunal en lo Criminal N°4 de San Martín encontró culpable a Fernández de homicidio agravado por ensañamiento y alevosía y aplicó la pena máxima para el imputado, que mintió desde el inicio de la investigación: cuando el nene llegó al hospital descompensado y agonizante, dijo que se había ahogado con la mamadera.
“Siempre supimos que justicia era perpetua. No cabía otra condena. Dios nos escuchó”, agregó Sara, visiblemente emocionada.
La mamá resumió las sensaciones vividas a lo largo de las cinco audiencias que duró el debate. “Fueron días muy duros e intenté estar firme aunque tuviera el corazón hecho trizas. Estuve muy acompañada y contenida por mi familia”, dijo, y profundizó: “Fue una agonía larga, pero era necesaria para que mi hijo pudiera descansar en paz y yo, como mamá, empezar a transitar el duelo desde otro lugar”.
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“Te dejo a mi tesoro más preciado, cuidalo por favor”
La fiscal Roxana Tornet, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10, acreditó que Valentino fue asesinado a golpes aquella mañana del 16 de noviembre de 2021.
“Recuerdo que cerca de las 7 me fui trabajar. Thiago (17), mi primer hijo, había ido a una excursión con el colegio y dejé a Valentino al cuidado de esta persona. Ya lo había hecho otras veces, y siempre le decía lo mismo: ‘Te dejo a mi tesoro más preciado. Cuidalo, por favor’”, decía Sara a TN en la previa del juicio. La mujer, que estaba separada del papá biológico del nene, nunca imaginó que el hombre del cual se había enamorado sería capaz de semejante atrocidad.
Tras el ataque, el asesino llevó a la criatura al Hospital de Trauma, en Pablo Nogués, donde los médicos no consiguieron salvarle la vida: Valentino sufrió dos paros cardiorrespiratorios y murió.
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La autopsia corroboró que el cuerpito del nene tenía signos de estrangulamiento y heridas en la cara, cabeza, espalda, piernas y brazos. Una versión muy distinta al relato que había construido Fernández y que -por ende- motivó la apertura de una causa penal. Desde entonces, el asesino se encuentra detenido en la Unidad N°31 de Florencio Varela.
Sara estuvo demorada durante 48 horas en la Comisaría 1era de Grand Bourg, localidad donde vivía junto a sus dos hijos. Fue desvinculada del caso al comprobarse que estaba trabajando al momento del crimen, y que las lesiones eran de reciente data. Es decir, Valentino no había sufrido maltratos previos que pudieran incriminar a la madre, sea por acción u omisión, por autoría o encubrimiento.
