Como un día cualquiera, Juan salió de trabajar y se fue a jugar al fútbol con unos amigos. Cuando terminó el partido, invitó a cinco de ellos a su casa para tomar una cerveza. De la nada, y sin mediar palabras, uno agarró un arma que tenía en su auto y le disparó en el pecho a sangre fría. Está vivo de milagro, pero quedó en silla de ruedas y exige que se haga justicia.
“Me pregunto todas las noches por qué lo hizo”, le dijo a TN la víctima, Juan La Pietra (25), más conocido como “El Flaco”. El dramático hecho ocurrió en la noche del 21 de septiembre de 2021 en el barrio Juan XXIII de Luján, en una reunión de la que participaban su hermano -Alexis- y tres amigos: Agustín, Federico y Emanuel.
Leé también: La prueba que complica la situación judicial de Junior Benítez tras la muerte de su exnovia
Había tres cervezas sobre la mesa y recién iban por la primera, cuando repentinamente Agustín se levantó y fue a buscar algo a su auto de forma sospechosa. En cuestión de segundos, todo se desvirtuó. Volvió con un arma oculta abajo de su buzo y sin mediar palabra primero le apuntó a Alexis. Luego apuntó contra el piso.
En ese instante interrumpió Juan, que le preguntó qué estaba haciendo, sorprendido al igual que el resto de los presentes. Agustín no dudó y le disparó en el pecho. “Me tiró a quemarropa”, contó Juan, quien comentó que en ese momento cayó desplomado al piso, aunque nunca perdió el conocimiento.
Recuerda a la perfección que fue el mismo amigo que le había disparado quien lo levantó y lo subió a un auto. Junto a Emanuel, lo llevaron a la clínica Güemes de Luján, mientras que Alexis y Federico se quedaron en la casa.
Una vez en el centro médico, lo bajaron y lo llevaron hasta la puerta. Los enfermeros, de inmediato, lo trasladaron a una sala para sacarle la bala: “El médico que me operó me dijo que el proyectil estuvo a cuatro milímetros del corazón”.
Leé también: Denunció a su ex por violento y él trató de matarla: “Vivo con una bala en la cabeza”
Minutos después, acompañados por la policía, llegaron el resto de los testigos, pero Agustín tenía un plan. Al verlos, inventó que Juan había sido víctima de un robo, pese a que ellos habían visto todo. Dos horas más tarde, arribó la familia. “Ellos veían algo extraño entre los chicos”, dijo la víctima a TN.
Al principio, todavía conmocionado por lo que acababa de vivir, Alexis no contó nada de lo que había ocurrido y le siguió la corriente a Agustín: “Pensé ‘está arrepentido, quizás no contó la verdad porque está en estado de shock’ ”. A las dos horas, la víctima no aguantó más y detalló lo que pasó en esa reunión, confirmando las sospechas de su familia.
Cómo sigue el caso y cuál es la situación judicial del acusado
La familia de Juan realizó la denuncia por el ataque, aunque a él nunca lo llamaron a declarar. Agustín de La Cruz está imputado por “lesiones graves”, pero goza de su libertad.
“Los abogados me dicen que tenemos que esperar. Está todo frenado. Yo pienso que es porque el padre es expolicía y el suegro jefe de policía”, expresó la víctima.
Leé también: La impactante historia del exfutbolista campeón con Huracán que está prófugo por un millonario robo en Paraná
En varias oportunidades, Juan intentó comunicarse con él, pero siempre recibió respuestas negativas. Fue bloqueado e incluso la familia lo trató mal cuando quiso acercarse para saber por qué le había disparado.
“Solo nos apuntó a mí y a mi hermano, no creemos que haya sido por celos. Nunca tuvimos problemas. Solo era una juntada de amigos”, añadió. De ese grupo de amigos, tras el hecho la víctima solo habló con Federico, aunque no le dio muchas precisiones sobre las movitaciones del agresor, ya que ninguno quiere involucrarse en lo sucedido.
El día a día de Juan tras el ataque de su amigo
Juan, que estuvo dos meses internado por la lesión medular, actualmente se tiene que movilizar en silla de ruedas. Atravesó tres operaciones de pulmón y los médicos tuvieron que reconstruirle las vértebras.
Los doctores que lo intervinieron le dijeron que su recuperación puede tardar 5 o 6 años: “Hay dos opciones, volver a caminar como antes, dependiendo de cómo desinflame la médula, o seguir caminando con alguna asistencia de andador”.
Leé también: “Una voz me ordenó que matara”: la confesión del hombre que asesinó a mazazos a su papá en Los Polvorines
Además, desde el día del ataque tuvo que dejar su trabajo en una fábrica de cervezas. “Ahora estoy de licencia y en el laburo me están bancando”, comentó, y agregó: “Trato de salir un poco más a la calle, estoy arrancando con las redes demostrando que se puede hacer una vida normal. Para mantener la cabeza ocupada vendo ropa por internet”.
Con respecto al agresor, dijo que sigue haciendo su vida normal y que incluso hace poco lo cruzó en la calle. “Lo crucé y salió corriendo”, señaló. Pese a que intentó matarlo, Juan no guarda rencor: “Si hubiese estado a mi lado, lo hubiera perdonado, estaría todo bien”.