Cristian Vargas (33), el hombre que degolló a Antonella Bernhardt (27) y fingió una charla con el cadáver en Misiones, fue condenado a 20 años de prisión. El Tribunal Penal Uno local lo encontró responsable del delito de “homicidio simple”.
“No era lo que esperábamos. Hablaremos en familia y veremos qué hacemos”, le dijo a TN el padre de la víctima, Carlos Bernhardt, tras conocer la sentencia.
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Antes de conocer la sentencia, Vargas dio sus últimas palabras y le pidió perdón a la familia de Bernhardt. Además, reconoció estar arrepentido por haber comido el crimen, según indicó el portal El Territorio.
El debate oral contó con un total de cinco jornadas de audiencias: este viernes se había finalizado la etapa de recolección de pruebas.
Así fue el femicidio de Antonella en Misiones
El 4 de abril de 2019, la estudiante Antonella Rocío Bernhardt (27) se encontraba en el departamento que alquilaba. Ese mediodía estaba junto a su amante, Cristian Vargas. De un momento a otro, unas jóvenes que vivían al lado comenzaron a escuchar fuertes golpes. Asustadas, llamaron a la dueña del complejo, Viviana González, para que fuera a ver lo que ocurría.
En el ambiente se percibía algo extraño, y es por eso que Viviana le dio su celular a un vecino que la acompañaba para que grabara toda la secuencia. Ella se acercó a la ventana de la propiedad, que estaba abierta, y comenzó a preguntar qué era lo que ocurría.
De acuerdo a lo que se puede ver en el video, tuvo una breve conversación con el asesino, quien montó una insólita escena para desligarse de lo que había hecho y luego escapó. Sin embargo, antes la mujer le pidió que le diera las llaves del departamento.
Con las llaves en su poder, ella ingresó a la vivienda y se encontró con la dramática escena. Antonella estaba muerta en el piso de su habitación con un profundo corte en el cuello.
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Algunas horas después, la policía logró encontrar al asesino a pocas cuadras de esa pensión. Según consta en el expediente, antes del arresto Vargas les dijo a las autoridades: “Yo soy el que buscan”. Tras estas palabras, se entregó.
