La Policía de la Ciudad usó por primera vez una pistola de baja letalidad Taser para reducir a un hombre que amenazó con un cuchillo a personas en una pizzería del barrio porteño de Palermo y que luego intentó autolesionarse.
El hecho ocurrió este jueves alrededor de las 23.00 en el local ubicado sobre Scalabrini Ortiz y Santa Fe. Agentes policiales se dirigieron hasta allí tras un llamado al 911.
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Según informaron fuentes policiales, el acusado mantenía actitudes violentas con los comensales que permanecían en la pizzería y una vez que salió del local se manifestó de mala manera y amenazó con lastimarse con una tijera. Sin embargo, ante los reiterados avisos de la policía sobre el uso de Taser, el acusado no cambió su actitud.
Luego de la descarga, el hombre fue inmovilizado y asistido por personal del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME).
Al sospechoso le incautaron un cuchillo, una tijera y una faca. Además, posee antecedentes penales por “hurto, lesiones, daño agravado y amenazas coactivas”. Finalmente fue detenido.
“Cuando una persona se presenta de esa manera con un cuchillo pone en riesgo su vida y la de terceros. Gracias al profesionalismo y la capacitación, un oficial de nuestra Policía utilizó la taser y pudo salvar al hombre. Sin esta herramienta estaríamos lamentando un hecho grave. Por eso, vamos a adquirir 30 tasers nuevas para seguir cuidando a los vecinos”, sostuvo en Twitter Gustavo Coria, ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad.
La causa quedó a cargo de Alberto Schlegel, del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N°1.
Los detalles del proceso de capacitación de las pistolas Taser y el protocolo de uso
Todo el proceso de capacitación de las pistolas Taser se hizo en el Instituto Superior de Seguridad Pública de la Ciudad, donde personal de la empresa fabricante estuvo con los instructores, que durante tres semanas entrenaron a los 250 policías que salieron a las calles con estas armas.
Los oficiales recibieron un curso intensivo sobre el manejo adecuado de las pistolas Taser y la aplicación de protocolos de uso. Con el objetivo de garantizar una respuesta proporcional a las situaciones de agresión, cada oficial estará acompañado por un compañero armado con un arma de fuego convencional.
