El caso de la desaparición de Madeleine MacCann dio un nuevo giro inesperado en las últimas horas, respecto a un testigo clave que amenaza con retirar su testimonio, situación que preocupó a los investigadores.
La nena tenía apenas 3 años cuando fue robada mientras estaba de vacaciones con sus padres y hermanos en Portugal. El único sospechoso en Christian Bruechner, un delincuente alemán con antecedentes por tráfico de drogas, que también cumple una condena por violación a una joven en la misma zona donde fue raptada la pequeña en 2007.
Ese dato lo aportó Helge Busching, un testigo clave y amigo del acusado, que dio su testimonio ante la policía y dijo que escuchó al presunto culpable hablar de Madeleine durante una discusión. “Ella no gritó”, aseguró haber oído de la boca de Bruechner en 2017.
También habría proporcionado un escrito en el que Brueckner también le habría revelado detalles del caso.
Ahora, ese testigo amenazó a los detectives con retirar su declaración y no seguir colaborando en la causa que ya lleva 16 años. El motivo fue por una propuesta de un diario alemán que le ofreció una importante suma de dinero por una entrevista.
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“Esto es solo una muestra del tipo de gente con la que tratamos, y su credibilidad como testigos”, aseguró una fuente alemana al diario británico The Sun.
Actualmente, Brueckner cumple una pena de prisión en una cárcel alemana por la violación que cometió en Praia da Luz en 2005. Con esta amenaza de su amigo, la investigación podría quedar afectada.
La policía realizó una búsqueda en un embalse clave
La última búsqueda de la Policía portuguesa, a petición de la Policía alemana, fue en mayo en un embalse a 50 kilómetros del complejo turístico del Algarve (sur de Portugal) donde se encontraba la menor la noche de su desaparición, el 3 de mayo de 2007.
El operativo se hizo en la región de Algarve. Al lugar, llegaron agentes de la policía británica para sumarse a la investigación. Fue la mayor operación de búsqueda en nueve años.
La policía informó que algunos de los artículos encontrados incluyen “tiras de ropa y objetos de plástico”. También hallaron una “correa de sostén”.
Los buzos exploraron las profundidades de la presa, mientras que las zonas boscosas adyacentes al embalse también serán objeto de excavaciones. El embalse de Barragem do Arade ya ha sido escenario de dos operaciones de búsqueda anteriores.
Se trata de la primera operación importante desde junio de 2014, cuando se concedió permiso a la policía británica para realizar excavaciones en Praia da Luz utilizando equipos especializados, como perros rastreadores entrenados para detectar cadáveres y radares de penetración en el suelo.
