David Kuray vive con su mujer en Baradero. En esa ciudad, con la ayuda de la congregación a la que pertenece, logró construir un taller para trabajar por su cuenta. Un accidente laboral que sufrió en 2005 lo dejó en silla de ruedas, y desde entonces su vida está atravesada por el esfuerzo y la injusticia.
Hace 16 años espera cobrar la indemnización que le corresponde, pero la causa está trabada en laberintos legales que no entienden de empatía.
Ahora él y su familia vuelven a sufrir. El domingo 3, cuando volvía de rezar con su mujer, encontraron su casa revuelta y con muchos objetos rotos. Los delincuentes que entraron mientras ellos no estaban se llevaron todo el dinero que David estaba ahorrando para pagarle al albañil que iba a hacer mejoras en su lugar de trabajo.
“Le sacaron lo que estaba juntando porque están edificando para su taller con mucho esfuerzo. No tuvieron compasión de su condición”, lamentó Nathalie en diálogo con TN.
Hace dos años su historia se había viralizado porque, a pesar de la falta de recursos económicos, David había logrado diseñar una estructura para estar erguido y hacer más actividades en su taller. Por eso no es casual que Nathalie lo considere “un verdadero ejemplo de resiliencia”. “Nos duele porque trabaja mucho, es un luchador”, contó.
Ailén, otra de sus hermanas, escribió un posteo en sus redes y dijo estar “decepcionada, triste e indignada”. “Nadie le regala nada, nunca el Municipio o Nación lo ayudaron. Él estaba tratando de levantar un tinglado para su taller, y no tuvieron piedad”, expresó.
Detalló que además de llevarse la plata que tenía ahorrada para esa construcción, los delincuentes “rompieron cajas de medicamentos, cámaras de seguridad que estaban por instalar y una cámara de fotos”. “Vergüenza total robar a una persona que trabaja, y más en su estado. Nunca se quejó, siempre procuró salir adelante trabajando y no pidiendo”, publicó Ailén y aseguró que ya en otras oportunidades hicieron denuncias por otros episodios de inseguridad, pero “la policía no hace nada”.
El día que la vida de David Kuray cambió para siempre
Fue el 26 de julio de 2005, en un taller mecánico de Wanda, Misiones. David estaba trabajando cuando se quebró el taco que sostenía un camión y el chasis se le cayó encima. Quedó atrapado y sus compañeros de trabajo lograron sacarlo.
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En ese entonces tenía 25 años y le faltaban cuatro días para tener su propio taller. Cuando llegó accidentado al hospital de Wanda solo le hicieron una placa y tardaron tres días en darse cuenta de la gravedad de su cuadro. Ese tiempo fue clave: si lo operaban en las primeras 12 horas, su realidad hoy sería otra.
Al no ser atendido según la urgencia del caso, la propia inflamación de los huesos rotos le comprimió la médula y quedó sin movilidad en las piernas.
