El doble crimen de Sandra y su hijo, Thiago, conmocionó a la ciudad de Olavarría. Ambos fueron asesinados por la pareja de la mujer a mazasos, y luego los escondió en el freezer de la casa donde vivían. Luego se suicidó.
Amigos, vecinos y familiares de las víctimas se despidieron de ellos a través de diferentes posteo en redes sociales. Florencia Aguer, la hermana de Sandra, compartió unas sentidas palabras en su perfil de Facebook: “Acompaño a mis sobrinas y mi familia en tanto dolor. Vuelen alto hermana y Thiago, duele bastante. Gracias a todos por sus mensajes”.
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A su vez, la Junta Vecinal del barrio Carlos Pellegrini emitió un comunicado, en el cual hicieron llegar sus condolencias a la familia de Sandra y “Titi”, como le decían a Thiago en el barrio.
“Desde esta Comisión Directiva enviamos nuestras más sinceras condolencias a familiares, amigos, conocidos y vecinos de María Sandra Aguer y Thiago “Tito” Contreras. Lamentamos profundamente su partida y compartimos el dolor que esta pérdida ha causado en la comunidad”, expresaron en los primeros párrafos.
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También, se disculparon por “no tener las palabras adecuadas para brindar consuelo” y destacaron “la impotencia de conocer los gritos de ayuda previos”. “Que María Sandra Aguer y Thiago Tito Contreras descansen en paz”, concluyeron llenos de pena.
La terrorífica carta que dejó el asesino antes de suicidarse
“Los maté porque me tenían cansado”, “el nene era muy contestador y maleducado”, “todo era un problema, se quejaba de todo”, fueron algunos de los argumentos del asesino en la carta que escribió, según confirmó esta mañana el fiscal General del Departamento judicial de Azul, Marcelo Sobrino.
A su vez, el asesino explicó en el mensaje que había decidido congelar los cuerpos en el freezer “para que pudieran ser velados”, detalló el fiscal. Además indicó que en la escena de los crímenes los investigadores hallaron restos de cocaína y una maza con manchas hemáticas, por lo que se presume que las víctimas fueron asesinadas a mazazos.
“Hace mucho tiempo que no me tocaba ver algo así”, resaltó el fiscal Sobrino sobre el macabro caso que salió a la luz en las últimas horas, cuando las hijas mayores de la mujer asesinada - fruto de una relación anterior - fueron a buscarla a su casa porque ella no les respondía los llamados.
De acuerdo a su relato, las jóvenes empezaron a sospechar que algo extraño sucedía la semana pasada por una serie de situaciones inusuales. Por un lado, se habían enterado de que su hermanito, Thiago, no asistía a la escuela desde el martes 22 de agosto.
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Pero además, apuntó Sobrino, lo que más les había llamado la atención fue que desde mediados de la semana pasada su mamá había empezado a responderles los mensajes de forma escrita. “Aguer estaba operada de la vista, por eso solía mandar audios”, precisó el fiscal.
Cuando las hijas de la mujer tocaron la puerta, el asesino las recibió, dijo no saber dónde se encontraban, ni Aguer ni el hijo de ella. Un rato después, se descubrió la espantosa verdad y también lo encontraron a él, ahorcado, en el mismo domicilio.
