Estaba todo listo para la mudanza. La familia iba a dejar el barrio de Palermo para comenzar una nueva vida en Francisco Álvarez -Moreno-, cuando la madre se percató de una situación aterradora: su hija de 12 años, que la esperaba en el nuevo hogar, había desaparecido.
Rápidamente la mujer hizo la denuncia por averiguación de paradero, mientras las pistas iniciales de lo ocurrido se iban develando solas. Junto con L. -se menciona a la víctima con la inicial para preservar su identidad-, también había desaparecido un presunto empleado de la familia, más uno de los autos -un VW Vento color gris- y dinero en efectivo que estaba guardado en la nueva casa, situada en Manuela Pedraza al 200, una zona de quintas.
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Veinte horas de máxima tensión y un megaoperativo para encontrar a la nena
“Estaba todo abierto. No estaba el bolso con ropa del empleado, faltaba la ropa y el DNI de la nena, y un monto de 500 mil pesos”, contó una fuente de la investigación. Y resumió: “Todo indicaba que la menor había sido raptada por este sujeto”.
La UFI N°4 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez ordenó un megaoperativo para encontrar a la chiquita. Intervinieron la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (DAJUDECO); la Dirección Nacional de Investigación Criminal; el área de cibercrimen de la Policía Bonaerense; y personal de la Comisaría 6° de Francisco Álvarez.
Luego de 20 horas de máxima tensión, L. apareció en Paraná -Entre Ríos- y por el hecho fue detenido Yoel Jonás Aguiar (34), señalado como el captor. El hombre había sido filmado por las cámaras de seguridad de una estación de servicio: allí bajó del VW Vento para hacer unas compras, dejó a la nena a bordo y luego retomó el viaje en dirección a la localidad de Ceibas.
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El inesperado giro en la investigación: “Pensamos que era un vuelto”
Fue la madre de Aguiar la que entregó a L. sana y salva al Servicio de Protección de los Derechos de la Niñez de la capital entrerriana, según precisó Primer Plano Online. Al momento de dejarla, la nena lo primero que denunció ante las autoridades es que había sufrido maltratos por parte de su padrastro.
La investigación, entonces, tomó un rumbo inesperado: el padrastro también quedó detenido porque tenía pedido de captura por parte de la Justicia porteña. “Era miembro de una banda de estafadores de casinos”, confió una fuente del caso a TN.
Allí quedó develado el vínculo entre los dos detenidos: los investigadores sospechan que Aguiar no era empleado de la familia, sino que en realidad era cómplice del padrastro.
Aguiar tenía frondosos antecedentes: había sido condenado por estafas a los casinos de Mar del Plata y Leandro N. Alem -Misiones-, y por ataques a usuarios de cajeros automáticos en Rosario bajo una modalidad similar.
“Los dos detenidos integraban el mismo grupo delictivo. Por eso, a prima facie pensamos que se trataba de un ‘vuelto’ y nos hizo recordar al caso Candela (por Candela Sol Rodríguez, la nena de 11 años secuestrada y asesinada en 2011 en Hurlingham). Por suerte, la menor apareció sana y salva esta vez”, subrayó la fuente.
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Y agregó: “Pudimos comprobar que no hubo connivencia entre ambos para el secuestro. Todavía estamos en proceso de investigación”.
Aguiar y el padrastro -su nombre fue reservado por los voceros judiciales- quedaron a disposición del fiscal Federico Soñora, quien les tomará declaración indagatoria en las próximas horas. Como consecuencia de la denuncia por maltrato, L. quedó bajo la guarda momentánea de Niñez de Entre Ríos.
