Un hombre de nacionalidad chilena con un retraso madurativo fue rescatado en una granja porcina de Río Gallegos, donde era sometido a trabajo esclavo. Al ser liberado, logró reencontrarse con su familia a la que no veía desde hacía 20 años y que lo creía muerto.
El hombre, identificado como Juan Mansilla Alvarado, fue rescatado en un operativo realizado en la capital de Santa Cruz, dijeron a TN fuentes judiciales.
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La causa incluyó el allanamiento de varios negocios, entre ellos panaderías y una granja porcina. Sus dueños -un hombre y una mujer de unos 65 años de edad- fueron detenidos.
Cómo fue la denuncia que llevó al rescate de varias personas en condiciones de semiesclavitud
Las fuentes dijeron que la causa se inició tras una denuncia presentada por una inmigrante venezolana contra los dueños de estos locales, por las condiciones laborales que debió soportar durante su trabajo.
La justicia local ordenó distintos operativos en varios comercios de la capital en noviembre pasado. Entonces, se logró rescatar a 19 personas que trabajaban bajo pésimas condiciones laborales, según informó La Opinión Austral. Entre las víctimas estaba Mansilla Alvarado. “En algunos casos tenían un tacho para hacer sus deposiciones, magros sueldos y malos tratos. Eran condiciones de semiesclavitud”, dijeron las fuentes.
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El ciudadano chileno siguió trabajando en los últimos meses en el lugar, pero bajo las órdenes de un administrador designado por el juzgado federal de Río Gallegos.
La causa se reactivó en los últimos días con el arresto de la pareja dueña de los comercios después que intentaran comunicarse con Mansilla Alvarado para ofrecerle nuevas tareas. La policía rescató entonces en la granja porcina al trabajador chileno que vivía en un cuarto dentro del local. Sufre un retraso madurativo y había desarrollado una relación similar al “Síndrome de Estocolmo” con los dueños del negocio.
“Él era el encargado del lugar y quien le contaba al empresario todo lo que pasaba en el interior sobre posibles salidas de otros trabajadores”, escribió La Opinión Austral.
Según el periódico, el fiscal federal de turno supo -a través del cónsul chileno- que uno de los dueños se había contactado nuevamente con ese trabajador para ofrecerle otro trabajo. Fue entonces que el representante del Ministerio Público pidió la detención tanto del empresario como de su pareja, entendiendo que hubo un entorpecimiento en la investigación”.
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Finalmente, el miércoles pasado, el Juzgado Federal rescató al ciudadano chileno.
Este hombre había llegado hace 20 años a Río Gallegos. Desde entonces perdió contacto con su familia, natural de la isla de Chiloé, en el sur de Chile. El consulado chileno logró contactar a sus familiares y el hombre volvió a su país el fin de semana.
“No tenían ninguna noticia de él. Pensaban que había muerto”, explicó un funcionario judicial a TN.