Este miércoles se conoce el veredicto del segundo juicio contra el exsargento de la Policía Bonaerense, Ricardo Panadero, acusado de haber participado del brutal crimen de Natalia Melmann en 2001 en Miramar.
Panadero había sido sobreseído en 2002 antes de la elevación a juicio de la causa en la que se condenó a prisión perpetua a los oficiales Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini. La medida fue revocada tiempo después por la Corte Suprema y finalmente fue juzgado en 2018, aunque resultó absuelto.
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Sin embargo, el fallo fue apelado por la fiscalía y la familia de la adolescente: en 2019, la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló esa absolución y ordenó la realización de un nuevo proceso.
El exoficial enfrenta los cargos de “privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía, en concurso con dos o más personas para procurar su impunidad”.
Tras la primera audiencia del nuevo debate, los padres de Natalia Melmann volvieron a reclamar justicia para la adolescente de 15 años en diálogo con TN: “Espero que lo condenen, hace 22 años que lo venimos cruzando acá en el pueblo”.
Cómo fue el brutal asesinato de Natalia Melmann
El 4 de febrero de 2001, Natalia Mariel Melmann, de 15 años, volvía a su casa de bailar en la localidad de Miramar. Alrededor de las 7:00, un grupo de policías interrumpió su paso y, tras golpearla, la obligaron a subir a un patrullero.
Luego, la trasladaron a una precaria vivienda del barrio Copacabana, en las afueras de la ciudad. Allí la torturaron, violaron y ahorcaron con el cordón de su propia zapatilla.
No hubo noticias de Natalia durante los cuatro días que duró su desaparición. Sus familiares y amigos la buscaron a la par de las fuerzas de seguridad, aún sin saber que la policía había participado del monstruoso hecho que iba a conmocionar a todo el país.
Su cuerpo apareció el 8 de febrero, enterrado debajo de un montículo de hojas secas en el vivero “Florentino Ameghino”. Se presume que el cadáver fue dejado allí ese mismo día el crimen y fue encontrado por un chico que paseaba por la zona.
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Presentaba moretones en los muslos, quemaduras de cigarrillos en la mano izquierda, el tabique roto y un fuerte golpe en el cráneo. La autopsia reveló finalmente la presencia de cinco perfiles genéticos diferentes y confirmó que, tras haber sido torturada y violada, fue asfixiada con el cordón de su propia zapatilla, que estaba atado en su cuello con un nudo doble. La investigación posterior condenó a prisión perpetua solo a tres de los policías culpables: Echenique, Anselmini y Suárez. También fue condenado Gustavo Fernández, más conocido como “El Gallo”.
Este último recibió una pena de 25 años de prisión por ser considerado la persona que entregó a Melmann a sus asesinos, pero quedó absuelto de los cargos de coautor del homicidio. Actualmente es el único que se encuentra en libertad, vive en Miramar y trabaja como albañil.