Desde la tercera jornada, tanto la familia de Lucas González como los sobrevivientes -y sus allegados- siguen el curso de la audiencia de manera virtual porque la sala del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 porteño es pequeña. Todos suelen juntarse en una casa para escuchar las declaraciones del día. Sin embargo, este martes decidieron reunirse en el bar de la esquina de la calle Paraguay porque iba a haber un testimonio clave: el del exministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D´Alessandro.
Cuando terminó de declarar, salió y brindó una escueta conferencia de prensa. A los pocos metros, Mario González, el papá del adolescente asesinado, observaba todo. Decidió acercarse. “Lo siento mucho”, le dijo D’Alessandro en un saludo cordial. “Gracias a tu testimonio se van a esclarecer las cosas. Esto hace que mi hijo pueda descansar en paz”, respondió “Peca”.
En un fugaz encuentro, el ex funcionario le preguntó cómo estaban. “Mi familia está rota”, contestó Mario, mientras el exfuncionario acariciaba la medallita con la cara de Lucas que lleva el hombre colgada de su cuello. El papá del adolescente asesinado volvió a agradecerle por su presencia y se fundieron en un abrazo.
El encuentro selló asperezas. Luego que se conociera el crimen, en noviembre de 2021, el exministro dijo que se había puesto a disposición de la familia y que mantenía comunicación con ellos. “No era verdad, no nos habían llamado ni para darnos el pésame hasta ahora. Pero hoy dejé pasar eso y estoy agradecido porque su palabra era muy importante en la acusación a los tres policías que dispararon”, dijo a TN Mario.
El exfuncionario, que presentó su renuncia al cargo hace dos meses, fue el plato fuerte de la octava audiencia en el juicio contra los 14 policías de la Ciudad. Aseguró que los agentes no cumplieron con el protocolo establecido y que se trata de un “hecho gravísimo”.
“No se cumplió con la ley. No se identifican, no tenían los chalecos puestos, no se moduló para identificarlos ni se cumplió con el balizamiento que necesita tener una brigada al momento de actuar. No había una situación de peligro que ameritara una maniobra como la que se desarrolló”, manifestó.
En su declaración, dio detalles de lo que observaron en las imágenes previas al fatal episodio: “Los ven a los chicos, los pasan y los paran en la bocacalle (sobre la avenida Iriarte y Luna), y cuando arrancan los chicos, los policías arrancan atrás. Eso se ve en las cámaras”.
“Al momento de preguntar qué hacía la brigada ahí, me dijeron que estaban actuando en una causa, pero la fiscal actuante, de una fiscalía de la Ciudad, no dio la orden de estar ahí en ese momento. Las cámaras y el geoposicionamiento mostraron que no actuaron de la manera que debería haber sido”, remarcó.
Para D’Alessandro, el accionar policial fue indebido y eso se ve reflejado en los videos que “mostraban irregularidades graves ante un hecho gravísimo”.
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Para los González, “fue un partido más ganado” y volvieron a destacar que “cada audiencia es un pasito más de justicia”. En ese sentido, “Peca” expresó: “Era muy importante que se hiciera presente. Lo que hicieron los tres no tiene nombre. Lo reconoció y los hundió su propio jefe”.
“Podrían haber aplicado el operativo cerrojo para detenerlos, no como actuaron ellos que no se identificaron ni dieron la voz en alta. Lo persiguieron y lo cazaron, me lo mataron por ser negro”, enfatizó el papá y cerró: “Es difícil ponerme contento porque nada devuelve a Lucas, pero vamos a seguir hasta conseguir justicia”.