Natalia Resser esperaba agrandar su familia el pasado domingo 16 de abril, cuando llegó con contracciones al Hospital Pasteur de Villa María, Córdoba, para tener a su hijo Izad. La joven de 30 años se encontró con un paro de médicos que demoró su atención y todo terminó en una verdadera tragedia.
Sus más cercanos contaron que “Nathy” -como le decían- tenía “todo preparado” para dar a luz a su segundo hijo. La joven ya tenía un hijo de tres años con otro hombre y había formado una familia con su nuevo esposo, Darío Méndez, quien iba a ser papá de Izad.
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Recibida de ingeniera agrónoma, Resser se desempeñaba como maestra jardinera en el Centro de Promoción Familiar (CPF) “María Elena Walsh” de Villa María, pero antes había pasado por un sinfín de trabajos en sus 30 años de vida. En sus redes sociales había publicado su extenso historial laboral: trabajó desde recepcionista en un estudio contable hasta en el mundo de la gastronomía.
A través de una sentida carta, su tía Mónica la describió una “una niña/mujer llena de vida que andaba siempre con una sonrisa” y que estaba dedicada a “sus estudios, su familia, su hijito de tres años y su bebé por nacer”.
“Recién daba sus primeros pasos con su nueva familia, su esposo, su hijito de tres añitos y el que venía en camino, y no llegó. Ella adoraba a su mamá y hermanos y era muy unida con su familia. Le cortaron su historia de vida, la humillaron, la subestimaron, la maltrataron de tal manera que aún siento su dolor”, lamentó la mujer.
Siempre cerca de su pequeño de tres años, hasta las últimas semanas había publicado foto con su hijo e incluso se animó a hacer un reto de redes sociales en el que subía 10 días seguidos una foto de su nene con algún comentario sobre qué significaba ser mamá.
Mónica Resser, su tía, denunció al Hospital Pasteur de Córdoba y acusó a los médicos por su labor. “Inoperancia médica, mala praxis, abandono de persona y un final que desencadenó la muerte de su bebé, y tras él se fue ella”, fueron las palabras que utilizó en su desgarradora carta.
La mujer responsabilizó a las autoridades del Hospital Pasteur por poner “gente inexperta, maltratadora, abusiva” a los que señaló como “delincuentes con batas que descartaron así como así a una mamá que recién comenzaba su vida”.
“No tuvo la suerte de encontrar gente responsable que la atienda y que reciba a su bebé cómo se merecía. Solo pensar en tanto sufrimiento me duele hasta la piel. Te arrancaron la vida, la alegría, lo más lindo de tu ser, pero solo agradezco a Dios Santo que te crecieron alas para que puedas volar y ser feliz junto a tu bebé”, escribió Mónica en una carta publicada por el diario Villa María Ya.
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Cómo murió Natalia Resser
Natalia Resser y su bebé Izad murieron durante un parto que se realizó el domingo 17 de abril en el hospital Pasteur. Rosalía Valenziano, la mamá de la víctima, denunció por negligencia y mala praxis a los médicos que atendieron a su hija.
De acuerdo a la versión que dio la mujer, la joven de 30 años entró al centro de salud con contracciones y a punto de tener a su bebé, pero los médicos no la habrían querido atender por el paro del personal de salud que regía durante esa jornada.
Luego de varios minutos de insistencia, la víctima pudo ingresar al hospital “gracias a un policía que pateaba la puerta”, según contó la madre. Pero la situación no mejoró, porque los especialistas habrían esperado a un cambio de guardia para atender a la joven.
“En ese tiempo que esperó, sufriendo como un perro, al bebé dejó de latirle su corazoncito y mi hija hizo un pico de presión”, relató la mujer al medio Villa María Ya. Una hora fue el tiempo que demoraron los médicos en atender a la joven, hasta que le realizaron una ecografía de ultrasonido y confirmaron que el bebé no tenía latidos.
La denunciante contó que, a raíz de confirmar el fallecimiento de su nieto, le realizaron una cesárea de urgencia. “Ahí ella escuchó, mientras le hacían todo y la atendían, que el bebé estaba muerto”, detalló sobre el tratamiento de los médicos del centro de salud de Córdoba.
“La manosearon, la ultrajaron, le lastimaron un brazo. La habían anestesiado con epidural para hacerle la cesárea, no tendrían que haberle tocado el brazo, pero la sacudieron tanto para sacarle el bebé que la lastimaron toda. Gritaba de dolor, cuando siendo una cesárea se anestesia y no duele nada, y lo sé por experiencia propia”, agregó la mujer.
Pero el drama no terminó ahí, porque unos minutos después de la cesárea, los médicos le informaron a la familia que tenían que operar nuevamente a Natalia para sacarle el útero porque presentaba sangrado.
Previo a esa segunda operación, la cambiaron de sala: “La pasaron a una pieza común donde le agarró una grave hipotermia. Las médicas se asustaron y la volvieron a pasar a terapia. Ella estaba muy ida, no reaccionaba nada”, explicó la madre.
Luego de algunas horas, finalmente los médicos operaron a la joven y fue en esa intervención en la que -de acuerdo al parte médico oficial que presentaron el lunes- habría fallecido de un paro cardíaco del cual la intentaron reanimar. “Se estaba yendo en sangre y no lo pudieron controlar”, agregó.
Según el relato de la mujer, los maltratos no terminaron ahí, porque desde el hospital Pasteur las obligaron a hacer todos los trámites rápidamente. “Nos apuraron a retirar a mi hija muerta y a mi nieto muerto. Tengo sus audios que me mandaba, sufriendo, que no la querían atender.
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“La dejaron morir sola como si fuera un perro, eso le hicieron a una chica de 30 años con toda una vida por delante, dejando a una criatura de tres años sin madre”, concluyó. Hasta el momento, el hospital no salió a dar declaraciones al respecto.