La causa que investiga el triple crimen de una familia en San Nicolás, caso que tomó estado público a principios del año pasado tras la muerte de la tercera víctima, transita por estas horas los últimos pasos antes de llegar a juicio. En tanto, el único imputado por el hecho, Pablo Damián Grottini, permanece detenido con prisión preventiva pero asegura que es inocente.
“No tengo nada que ver, soy inocente”, dice lloroso el funebrero desde la Unidad Penal N°3 donde se encuentra alojado, en un video que fue difundido por el Diario El Norte de San Nicolás meses atrás. Y completó: “Nadie me escucha, ni a mi ni a mis defensores. Las acusaciones de la fiscal son todas mentiras”.
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Grottini empezó a ser investigado el 23 de abril de 2022 después de la muerte de su mamá, a quien él mismo había llevado descompuesta al Hospital San Felipe. En ese momento, la mujer dijo que se sentía mareada y angustiada por la muerte del otro hijo y de su nieta, ocurridas un tiempo antes.
Tras realizarle los estudios correspondientes, los médicos constataron que estaba recuperada y estaban a punto de darle el alta cuando Grottini, que se encontraba con ella en el box 3 de la guardia de ese centro asistencial, avisó que había un suero que “perdía”.
La enfermera de turno constató que estaba pinchado, atravesado de lado a lado, y observó que el hombre tenía sus prendas de vestir mojadas, de acuerdo a lo que figura en la causa, que también determinó que tenía su dedo índice de la mano derecha con una lesión punzante, como de aguja. Una hora y media después, Grottini volvió a llamar a los enfermeros, quienes corroboraron que Di Martino había muerto.
En ese momento los médicos advirtieron“la existencia de una ampolla de Diazepam, abierta y vacía, siendo una marca que no se correspondía con las que suministra el hospital, aunado a que ese día no habían suministrado dicha droga a ningún paciente”.
Mientras se investigaba este episodio, surgió en base a testimonios de conocidos y vecinos que un hermano de Grottini, que era deportista y guardavidas, había muerto en circunstancias similares el 23 de julio de 2019, al igual que su hija Ailén, de 10 años, quien sufría un retraso madurativo, el 26 de julio de 2021.
Ante esa situación, la fiscal María Belén Baños ordenó investigar e imputarle las tres muertes y ordenó exhumar el 3 de mayo de 2022 el cuerpo de la nena para una autopsia (el hermano fue cremado), la cual no pudo confirmar la causa de la muerte por el avanzado estado de descomposición.
En tanto, la autopsia de la madre determinó que había “signos compatibles con asfixia” y que no se podía descartar como “posible causa de muerte la inyección endovenosa de aire”.
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Al igual que la mujer, según la reconstrucción que hicieron los investigadores, la hija y el hermano del imputado también estaban por recibir el alta médica cuando, imprevistamente, murieron mientras era cuidados por el sospechoso.
Para la fiscal, se trató de “un perfecto entrelazado de acciones desplegadas por el imputado, de corte netamente criminal, que lo ubican frente a cada una de las muertes con movimientos y conductas reveladoras y suficientes para vincularlo a aquellas”.
“El análisis de tales acciones y de un extenso listado de elementos probatorios habidos en su contra, permite echar luz sobre la oculta historia y revelar el plan criminal. Teresita Di Martino, Ailén Grottini y Germán Grottini no murieron de forma natural, fueron asesinados alevosamente por Pablo Damian Grottini”, resaltó Baños.
