Un agente del Servicio Penitenciario Federal se subió a un colectivo de la línea 88, interno 21 el viernes pasado, al rededor de las 2 de la mañana, y sin ninguna discusión de por medio comenzó a los tiros. “Los voy a matar a todos”, dijo, según aseguraron algunos testigos.
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La víctima, Leonardo, quien recibió un impacto de bala con orificio de entrada y salida en su pierna izquierda, habló con TN y contó detalles del ataque.
Según relató, el joven había salido del trabajo y se subió al colectivo que venía “muy lleno” y antes de llegar a la calle Marconi del Metrobus matancero escuchó un disparo, al darse vuelta sintió el segundo que termina impactando en su pierna izquierda como producto del forcejeo entre el agente y los pasajeros que trataban de sacarle el arma.
También, aseguró que el agente de 48 años se encontraba alcoholizado, pero no había habido ninguna discusión previa. Sin embargo, el agente tomó su pistola reglamentaria Bersa Mini Thunder calibre 9 milímetros y comenzó a disparar hacia los pasajeros, hiriendo al joven de 18 años en su pierna.
“No vino nadie, solo los periodistas aparecieron”, confesó Leonardo. “Estoy vivo gracias a Dios”, agregó al explicar que aparentemente el primer disparo habría dado en su mochila, ya que encontró un orificio de bala en ella.
Según se pudo conocer, al oficial del Servicio Penitenciario Federal, de 48 años, que efectuó los dos disparos arriba del colectivo de la línea 88, se le secuestró el arma, nueve cartuchos y las vainas. La causa quedó a cargo de la fiscal Analía Córdoba, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 de La Matanza, quien ordenó la detención formal del imputado por el delito de “Tentativa de homicidio”.
Leonardo denunció que no recibió la atención médica correspondiente
Leonardo contó que el hecho fue el viernes en la madrugada al rededor de las 2 A.M, en ese momento lo trasladaron a un hospital en donde solo le pusieron suero y le limpiaron la herida. Y al rededor de las 4 de la mañana ya le habían dado el alta para que vaya a su casa.
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También, explicó que minutos más tarde de salir al aire con TN debía irse a otro hospital para “ver si le pueden limpiar la herida de bala”, ya que en la Sala de Salud “Eva Perón” solo le pusieron agua oxigenada para que “se le afloje la gasa que tapa la herida porque se le había pegado con la sangre”.
