La familia de la andinista tucumana Marta Emilia “Paty” Altamirano, cuyo cuerpo fue encontrado en el Cerro Mercedario en San Juan después de 43 años de su desaparición, realizó su reconocimiento y confirmó su identidad.
“Ya está, puede descansar en paz”, afirmó emocionada Corina Altamirano, una de las familiares.
A fines de enero, se había encontrado un cuerpo adherido a un glaciar a 5.000 metros de altura, en una montaña ubicada en la Cordillera de Los Andes, en la localidad sanjuanina de Calingasta.
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El cadáver tenía vestimenta de andinista, lo que llevó a pensar a los investigadores que podría tratarse de Marta Emilia Altamirano, una mujer que desapareció en la zona cuando realizaba una expedición en 1981.
Los hermanos de la andinista se dirigieron ayer al Laboratorio y Morgue Judicial de San Juan, donde el fiscal a cargo de la causa, Iván Grassi, le explicó en qué consistía el procedimiento.
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“Cuando entramos (a la sala de reconocimiento) nos fueron presentando las prendas que usaba mi hermana y pudimos reconocer casi todo. Estaban en un estado de deterioro; incluso algunas cosas habían cambiado de color, pero eran suyas”, aseguró Corina al diario La Gaceta de Tucumán.
La hermana de Marta Emilia se mostró agradecida en nombre de la familia: “Estamos tan felices, tan agradecidos a la vida de poder estar los cuatro hermanos juntos ante esta situación y de poder saber que es ella. No hay dudas”.
Corina también destacó el trabajo de los especialistas que estuvieron a cargo de la identificación y preservación del cuerpo Marta Emilia. “Estamos agradecidos también por el trabajo científico, tan prolijo y tan meticuloso, que hicieron los especialistas. Apenas nos empezaron a mostrar todo, supe que era ella (...) Todos trabajaron al unísono y de una forma tan respetuosa, tan amorosa y tan humana que nos conmovió”, explicó.
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Además, Corina contó que el reconocimiento del cuerpo de su hermana se dio justo un día antes del cumpleaños de Marta Emilia. La joven tenía 20 años cuando falleció en 1981 al caer por una grieta mientras escalaba el Cerro Mercedario. Corina, también andinista, participó de la expedición en la que su hermana desapareció.
Para completar con la identificación del cuerpo, restar esperar los resultados del cotejo de ADN del padre de los Altamirano con el de Marta Emilia. Además, para tener una mayor certeza se tomaron muestras de los hermanos de la andinista, que también serán comparadas.
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Una vez finalizado el proceso, la decisión de la familia es llevar el cuerpo a Tucumán para poder despedirse junto al resto de sus familiares y amigos. “La idea es cremarla y traer sus cenizas al Mercedario, para que pueda descansar aquí”, explicó. Corina contó, además, cuál era el deseo de su hermana en caso de morir. “‘Paty’ nos había dicho que si alguna vez moría en la montaña, que la lleváramos al cementerio de los andinistas en Mendoza o la dejáramos donde cayera. ¿Qué mejor lugar que volver al Mercedario? Creo que esa es su casa”, agregó.
Cómo murió “Paty” Altamirano y la búsqueda de su familia
Marta Emilia Altamirano, apodada “Paty”, tenía 20 años cuando emprendió la travesía junto a su hermana Corina y su novio, Sergio Bossini. El 23 de marzo de 1981 partieron desde Barreal y su primera posta fue el paraje Hornadillas, en el destacamento Álvarez Condarco de Gendarmería Nacional.
Un baqueano los acompañó un tramo, pero después siguieron solos y el martes 24 de marzo armaron su base al pie de un glaciar a 4.300 metros de altura, según el informe elaborado en ese entonces por el Club Andino Tucumán.
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El viernes 27 de marzo de 1981 iniciaron el ascenso a la cumbre. Cuando eran aproximadamente las 19 horas de ese día, se detuvieron para levantar su primer campamento, ya sobre el hielo. De acuerdo a lo relatado por Bossini y Corina, “Paty” salió a hacer un reconocimiento. “No hizo pie y se deslizó cientos de metros abajo”, dijeron en aquel momento al diario La Gaceta.
Ambos bajaron y la buscaron durante toda la noche. En la mañana siguiente lograron dar con ella, pero lamentablemente estaba muerta. A raíz de las inclemencias del tiempo y la dificultad del terreno, no pudieron bajar su cuerpo, entonces partieron a pedir ayuda.
Recién el 29 de marzo llegaron a uno de los puestos de Gendarmería y dieron aviso sobre la tragedia. Sin embargo, cuando regresaron con los gendarmes a buscar el cadáver de “Patty” Altamirano, no lo encontraron: la nieve y el hielo había sepultado su cuerpo.
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Un año más tarde, Bossini volvió a subir al cerro con otros andinistas en busca del cuerpo sin éxito. Más de cuarenta años después y gracias al cotejo de ADN, la familia de Marta Emilia podrá confirmar su identidad.
