Alfonso Carmelo Maiorano, de 68 años, fue capturado por agentes del Departamento Investigaciones Antimafia de la Policía Federal, a pocos metros de su modesta casa de Guernica. Llevaba zapatillas Fila, pantalón chupín y una remera ajustada azul con el inconfundible porte italiano. De acuerdo a las autoridades, aunque aparenta ser un vecino como cualquier otro, es señalado con miembro importante de la “Ndrangheta”, la temible mafia calabresa.
Maiorano, nacido en Corigliano Calabro (municipio de Cosenza, en la región de Calabria), no llevaba encima el celular cuando fue detenido, un gesto que los federales leyeron como parte de la maniobra que habla de su actividad criminal en la Argentina. En 2015, se encendió con su estadía en el país una alerta migratoria que lo tuvo en observación. La Superintendencia de Drogas Peligrosas, tras un importante operativo en Italia, lo marcó como prófugo.
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Sin embargo, logró obtener DNI argentino en 2013, que renovó en 2020 y consiguió una pensión de ANSES durante su estadía en el país. Según sus datos comerciales, se dedica a la venta de automóviles usados desde 2013 y es titular de la obra social del Instituto Nacional de Servicios Sociales para jubilados y pensionados (PAMI) desde 2016.
Tras el pedido del gobierno italiano que se activó dos días antes de su detención, los detectives de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA posó la lupa sobre una agencia de autos en Santa Clara del Mar a nombre de su hermano y sobre su extraña aparición en una pesquera del sur, en 2013.
Ese año, un artículo de El Diario, de Puerto Madryn, presenta al italiano como un inversionista interesado en adquirir Alpesca S.A., una empresa dedicada a la captura y el procesamiento de productos pesqueros para el mercado europeo, con problemas de números.
Según la información publicada, Maiorano estaba acompañado por Filippo Solimando y serían recibidos por el entonces intendente Ricardo Sastre, actual vicegobernador de Chubut.
Solimando, señalado como uno de los jefes de la organización criminal, fue detenido en 2015 durante el operativo “Gentleman” de la Dirección Antimafia del Distrito de Catanzaro y condenado a 20 años de prisión. El pensionado, en tanto, logró mantenerse prófugo y, de acuerdo a fuentes de la investigación, seguiría actuando como enlace para la mafia desde la Argentina, país en el que hizo base y se radicó: tiene un hijo y nietos.
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Mientras que algunos investigadores le restan importancia a su rol en la estructura -el Gobierno italiano no estaría tan interesado en su extradición, afirmaron- otros lo señalan como el “referente” de los narcotraficantes en Sudamérica. Aún la información acerca del italiano es escueta.
Por la peligrosidad y antecedentes de Maiorano, la Policía Federal Argentina lo tiene detenido bajo condiciones de máxima seguridad y alejado del resto de los internos.
En tanto, el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 1 de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Villena y la fiscal Cecilia Incardona trabajan sobre el pedido de extradición de Italia.
Cocaína de Paraguay y Brasil al puerto de Gioia Tauro, en Calabria
Su papel principal consistiría en mantener, en nombre de la organización criminal calabresa Ndranguetta, en conexión con albaneses, relaciones con narcotraficantes en América del Sur. Esta organización habría traficado desde Paraguay y Brasil grandes cargamentos de cocaína al puerto de Gioia Tauro, desed 2009, precisaron. También se lo acusa de coordinar las relaciones comerciales y el tráfico de armas.
De acuerdo a la prensa italiana, estuvo involucrado en la operación “Gentleman” que hace siete años desarticuló una asociación dedicada al comercio y venta de drogas, liderada por Luigi Abbruzzese, hijo y delfín del condenado a cadena perpetua Franco Abbruzzese, conocido como “Dentuzzo” de Cassano.
El grupo de narcos, también dedicado al contrabando de heroína y Hashihs, importó grandes cantidades de cocaína desde América del Sur gracias a los contactos de Maiorano, que usó nombres ficticios en Facebook para comunicarse. Ahora podría ser condenado a 24 años de prisión.
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El arresto del mafioso italiano, indicaron las fuentes, es parte de una política de Estado e institucional de la PFA ya que, hace varios años, las autoridades detectaron la presencia de la mafia en la Argentina.
En el año 2020, por iniciativa italiana, se creó en Interpol el proyecto “I-CAN” que tiene por finalidad de implementar un sistema mundial de alerta rápida y poder alcanzar un nivel de cooperación policial multilateral en la lucha contra esa mafia.
En ese mismo sentido, a principios de este año, la Policía Federal Argentina, creó la primera Unidad Policial Antimafia fuera de Italia: el Departamento Investigaciones Antimafia de la Superintendencia de Investigaciones Federales, a cargo de Alejandro Ñamandú que, viajará en unos días, a un encuentro en ese país.