La Policía y bomberos de Córdoba encontraron este martes los cuerpos de las dos hermanas desaparecidas, Esther Castro (41) y Sara Castro (39). Las mujeres habían sido asesinadas el 24 de septiembre por los hijos veinteañeros de una de ellas, Ismael y Esteban Castro. Los jóvenes habían tirado los cadáveres en un pozo de 60 metros de profundidad que había en el fondo de la casa de las víctimas, en el barrio Autódromo de la ciudad de Córdoba. Un lugar al que todos en Córdoba ya se refieren como a “la casa del horror”.
El operativo surgió luego de la confesión del más joven de los hermanos, Ismael, de 20 años, quien dijo ante las autoridades que, junto a su hermano mayor de 24, habían matado a golpes a su madre y a su tía, y habían arrojado los cuerpos en el aljibe.
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Los rastrillajes comenzaron el lunes con la colaboración de los bomberos en la precaria vivienda, en las que según vecinos vivían una decena de personas. La boca del pozo es de 1.50 metros de diámetro, pero luego achica y termina siendo de menos de 60 centímetros.
Además, el pozo “presenta una curva entre los 25 y 30 metros. Por eso las tareas debieron ser prolijas, el personal que bajó lo hizo con indumentaria apropiada y con equipos de respiración autónomos, que les permitieron, aproximadamente, unos 45 minutos a cada personal que ingresó”, detalló el jefe del Departamento Unidades de Alto Riesgo, Sergio Cravero, en diálogo con la prensa local.
Era cerca de las 11 de la mañana del martes cuando encontraron el primer cuerpo. Estaba a 52 metros de profundidad, en posición vertical, encajado. El otro cadáver se encontró unos metros más abajo del primero, y tres horas después. Y, pese a las primeras versiones que hablaban que habían sido descuartizados, los cadáveres estaban íntegros.
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La labor de los bomberos fue minuciosa y casi artesanal. Les llevó horas sacar con un balde todo lo que estaba encima de los cadáveres. Durante días, los hermanos Castro habían tirado ropa, herramientas, restos de vehículos y todos los objetos que iban encontrando para descartar allí.
En tanto, en la propiedad, se encontraron palas, machetes, hachas y una maza con manchas, aparentemente de sangre.
Los cuerpos de Sara y Ester fueron trasladados a la morgue judicial, donde se realizarán las autopsias correspondientes.
Los dos hermanos están detenidos e imputados por homicidio calificado y homicidio en concurso real. Además, hay una chica de 17 años demorada que fue acusada de encubrir el crimen.
Rezos extraños, alabanzas y rituales satánicos
De acuerdo a las versiones de los vecinos, en la casa vivían más de diez personas, entre adultos, adolescentes, niños y bebés. En la madrugada del pasado jueves vieron cuando los acusados prendieron una enorme fogata en el patio y aseguraron que el olor era nauseabundo.
Desde hacía varias noches, las personas que viven por la zona escuchaban rezos extraños y alabanzas. A su vez, revelaron que en esa casa se practicaban rituales satánicos y que en las ventanas se observaban imágenes de crucifijos no convencionales.
Según indicaron los vecinos, los acusados viven hace más de 10 años en esa vivienda. Asimismo, contaron que el padre de las mujeres desaparecidas murió hace siete meses y desde ese momento la situación se habría descontrolado aún más.
“Casa del horror”: ahora, buscarán un tercer cadáver
En barrio circula la versión de que el hombre abusó de sus hijas y producto de la violación habrían quedado embarazadas. Lo mismo habría sucedido con sus nietos, que serían sus hijos.
Ahora, el operativo sigue en la casa del horror y se harán nuevas excavaciones en busca de un tercer cuerpo: el del padre de las víctimas.