Este sábado por la tarde, un empresario gastronómico vivió un violento episodio en plena autopista Panamericana. Dos delincuentes a bordo de una moto intentaron robarle y le dispararon. Afortunadamente no sufrió heridas.
Todo ocurrió cerca de las 19:00 sobre la autopista entre 202 y 197 y el ataque fue catalogado por el empresario como “la peor situación” de su vida.
El año pasado Maiztegui contó como a pocos meses de abrir su bar tuvo que cerrarlo a causa de la cuarentena y como las medidas implementadas por el Gobierno lo fundieron. En esta ocasión, utilizó la misma red social para describir el violento episodio que le tocó atravesar: “La locura fue total. Ni idea por qué hice lo que hice. Frenos, aceleradas, esconderse, acelerar y ver los destellos de los disparos”, detalló.
“Fue de película”, explicó el hombre. “No merezco esto. No merecemos esto. Capaz mañana se me pase, no sé, hoy estoy con mucho miedo y aún me tiemblan las piernas”, señaló.
Ante el violento hecho, aclaró que estaba “aterrado” y debió ser escoltado por un patrullero desde Tortuguitas hasta la Ciudad de Buenos Aires.
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Además, le agradeció a quienes lo ayudaron y los busca para agradecerles. “Me socorrió una pareja en auto que quisiera encontrar para agradecer y abrazar. Porque estábamos en marcha, no paramos. Porque capaz nos estaban esperando. No sé sus nombres. Soy el de la moto roja que gritaba de miedo”, detalló.
Y concluyó: “No sé que va a pasar mañana, si no uso más la moto o me voy a otro lado, pero eso no quiero volver a vivirlo. Intentaron matarme”.
El angustiante relato de un empresario que se fundió por la cuarentena: “Tardamos cuatro meses en habilitar el bar y en dos horas lo cerré”
Maiztegui se presenta como “piloto, cocinero, motociclista y aventurero”, entre otras cosas. También como emprendedor. Y uno de sus sueños se materializó en enero de 2020, cuando junto a otros socios abrió Cerveza Tigre, un espacio a orillas del Delta, en las islas de Tigre. “Trabajamos por el problema de la pandemia, en realidad por el problema de la cuarentena. Hasta el día de hoy pudimos trabajar únicamente cuatro meses. Acabo de hacer el cierre del bar, no pudimos mantenerlo, apenas el tiempo que comenté. Muy triste y doloroso”.
“En el cierre me cobraron todos y cada uno de los meses como tasa comercial. Les hice un pedido, les dije: ‘Por favor, no pueden cobrar los meses que, por decreto, el bar estuvo cerrado’. Por supuesto, por cuestiones de prolijidad, pagué todo lo que tenía que pagar para entregarle al propietario la propiedad libre de deudas”, indicó.
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“Pagamos los alquileres a pesar de estar cerrados. Pagamos todo. Nadie, en el municipio, me preguntó qué podrían hacer para ayudarnos y no cerrar. Es todo al revés, la verdad no entiendo. Tardamos cuatro meses en habilitar el bar y en dos horas lo cerré”, agregó.
El proyecto que Maiztegui soñó durante años duró solo 28 meses. De ese tiempo, solo 120 días logró estar abierto al público. “Abrimos los primeros días de enero de 2020, febrero y en marzo ya cerramos. Y no pudimos hacerlo más, con el agravante de que estaba prohibido navegar. Ni siquiera podíamos hacer delivery por esta prohibición”, reveló en diálogo con TN Central.