El narco Luis Héctor Jáuregui, alias “Cuervín”, fue capturado este viernes cuando salía del cumpleaños de seis años de su hijo y pese a que había contratado remises para evitar que los invitados conocieran la ubicación de la quinta de Virrey del Pino, que había alquilado para la ocasión, a varios kilómetros de la 1-11-14.
Los agentes de la División de Operaciones Metropolitanas de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA que estaban tras “Cuervín” lograron averiguar la fecha especial para el “contador” de la organización del barrio de Bajo Flores liderada por los hermanos “Marcos” y “Piti” Gonzáles Estrada, ahora conocidos como “Los Antiguos”.
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Con ese dato, los detectives siguieron al entorno todo el día y derminaron que habían alquilado una quinta en esa localidad de La Matanza para festejar y que las personas que asistirían serían trasladados por los vehículos para evitar que se filtre su ubicación.
Los agentes siguieron a los invitados hasta el lugar y apresaron al narco -que estaba prófugo desde septiembre de 2021- cuando salía junto a su chofer. “Cuervín”, que además contaría con un punto de venta propio en el barrio, intentó zafar: se resistió a los golpes, pero no evitó ser reducido.
Fuentes del caso, en el que intervino la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), indicaron a TN que el gran temor del ladero de los capos del barrio del Bajo Flores no era la policía, sino las bandas rivales que buscan quedarse con el territorio tras la detención de los principales referentes y la expulsión del capo.
“Ahí nadie camina con la espalda al descubierto”, ilustró un investigador sobre los cruces narco que ya cuentan varias víctimas.
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La 1-11-14, en la actualidad, presenta alta conflictividad por intentos de toma de poder de otros grupos. “Los Antiguos”, se saben debilitados, y se aliaron a Raúl Martín Maylli “Dumbo” Rivera, por un lado. Por el otro, aparece con fuerza la figura del sobrino de “Marcos” y “Piti”, Jhon Paul Rivilla Gonzáles, junto a “Pantro”, el apodo de Johnny Ray Arnao Quispe.
La causa tramita en el juzgado federal de Ariel Lijo y está bajo la órbita del fiscal Eduardo Taiano.