Victoria Alejandra Ironici, una reconocida militante y activista trans, fue asesinada a puñaladas en la madrugada de este lunes en la ciudad de Santa Fe. Su cuerpo fue encontrado en el interior de su domicilio, que se estaba incendiando, ubicado en la calle Pasaje Público de la capital santafesina.
El hallazgo de su cadáver se concretó luego de que la Policía de Santa Fe se acercara a la vivienda, tras el aviso al 911 por parte del sobrino de la víctima, quien alertó a las autoridades que la casa de su tía se estaba prendiendo fuego. Cuando los efectivos entraron, descubrieron a Ironici sin vida en el interior de su dormitorio. Según señalaron fuentes policiales, además de las evidentes heridas provocadas por un elemento punzante y quemaduras leves propias del incendio, su cuerpo no presentaba marcas de disparos.
Leé también: “Esto no se lo deseo a nadie”: el calvario de una mujer trans quemada por un hombre en Córdoba
Por otro lado, los investigadores constataron también que el auto de la mujer trans, un Fiat Palio gris, faltaba en la cochera.
Horas después, la pareja de la víctima, cuya identidad no trascendió, fue detenido por la Policía como pricipal sospechoso del crimen de su novia. La causa que investiga el asesinato está a cargo de Alejandra del Río Ayala, especializada en delitos contra la integridad sexual. También interviene la brigada de femicidios de la Policía de Santa Fe.
Se esperan los resultados de la autopsia en las próximas horas.
Quién era Victoria Alejandra Ironici
La víctima, de 45 años, era una de las figuras clave en la militancia y activismo trans en la provincia de Santa Fe. Además, trabajó en el Ministerio de Salud y en el Ministerio de Educación provinciales, al igual que en el hospital Iturraspe.
Entre sus actividades como militante, Victoria llevaba adelante capacitaciones en perspectivas de género en universidades y participaba en distintas actividades del colectivo en toda Santa Fe. A su vez, era una de las coordinadoras de MiSer, o Movimiento de Integración Sexual, Ética y Religiosa.
Leé también: Ley de Identidad de Género: activistas trans hablan de los derechos ganados y las deudas pendientes
“Empieza mi nueva vida. Voy a salir con la frente en alto, orgullosa de lo que soy. Sin tener que esconderme porque no cometí ningún delito. Lo único que hice fue elegir una vida diferente. Ese condicionamiento implicó que se me niegue un montón de derechos”, había expresado en 2012, al momento de obtener un DNI que respetaba su identidad de género, luego de haberse presentado en la Scretaría de Derechos Humanos. Un año después, atravesó una cirugía de reasignación sexual.
