“Tenemos que hacer eso que te pasé en los videos, nada más: pegar tiros o quemarle la persiana al chino. ¿Me entendés? Una boludez”. Así le explicaba un sicario a otro cómo debía atacar supermercados para “Adrián”, uno de los jefes de una facción de la mafia china, detenido en las últimas horas por detectives de la División Antifraude de Policía Federal (PFA).
Los celulares incautados a dos hombres que cumplían las órdenes de “Adrián” resultaron claves en la causa a cargo del juez Darío Bonanno y la Fiscalía 8. El líder se comunicaba con sus soldados por teléfono y les daba indicaciones sobre los comercios que debían amenazar o intimidar, muchas veces, con fuego.
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“Después está lo de la granada de humo o granada de fuego que eso también se paga entre dos mil, tres mil”, dice uno de los sicarios que fueron detenidos. “Cuando se está cerrando un supermercado se tira para que se llene de humo. Son giladas, corte, quilombos de la mafia china que nos mandan porque ellos no quieren ensuciarse las manos”, precisa el soldado de “Adrián” a su cómplice.
En otro de los audios registrados en su teléfono, asegura: “Tengo muchos pibes trabajando y tengo mucho trabajo. Estamos reclutando”.
También, da indicaciones de cómo deben hacerse los atentados: “Tiras toda la coca (nafta), moja toda la puerta, persiana o portón del supermercado chino, de todas las direcciones que yo te paso. Se va a prender fuego. Bueno, grabas un video de 15 segundos, me lo pasas y con ese video del chino quemándose, yo te pago al otro día o a la noche sí o sí”.
“Si vos tenés fierro, vas y le pegás en la pierna al cajero del supermercado. A la pierna izquierda derecha, pum y te rajás. Con eso ya ganaste”, le aconseja.
“Hay trabajo de papeles”, la señal de la mafia china para los ataques a supermercadistas
El sicario también se comunica con su jefe. “Adrián te iba a decir: Mirá, yo ya tengo mucha gente para trabajar, para hacer los laburos. Lo vamos a hacer de una”. “Si te sirve, te paso dirección”. “Hay trabajo de papeles, si querés, yo te doy, pero es un poco lejos”, aclara el líder que operaba desde una pescadería en Once.
En uno de los chats, Adrián envió la dirección de uno de los blancos junto a los emojis de un papel y una llama de fuego. El pago solo llegaba con la evidencia del ataque: los videos que podían durar entre 10 y 15 segundos.
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De esta manera, en los dispositivos, los agentes de la División de la Superintendencia de Investigaciones Federales encontraron imágenes de comercios prendiéndose fuego, locales repletos de humo y de los sicarios exhibiendo armas a la cámara de sus celulares.
Los ataques podían consistir desde agresiones con granadas de gas lacrimógeno, bombas incendiarias e inclusive disparos en las piernas a los responsables o empleados de los comercios. Todo lo hacían luego de entregarles notas a los supermercadistas chinos, donde se les exigía una importante suma de dinero a cambio de brindarles protección.
La investigación que llevó a la detención de Adrián, uno de los jefes de la mafia china en la Argentina
El estudio de la información en los teléfonos celulares fue la punta del ovillo, no solo para establecer a cuál facción de la mafia respondían los detenidos, sino además para documentar una importante cantidad de hechos de carácter extorsivo a los que habían sido sometidos diversos supermercadistas de origen asiático.
Luego de meses de investigación, los detectives pudieron comprobar que los detenidos respondían a uno de los cabecillas de la facción de la mafia china llamada AC (Argentina – China), conocido como “Adrián”. Sin embargo, localizarlo fue una tarea difícil debido a la cantidad de nombres y apodos, entre otras maniobras, que utilizaba para no ser identificado.
“Adrián”, de 26 años, fue apresado este lunes, en allanamientos simultáneos en seis domicilios de Caballito, Balvanera y Monserrat.
En los procedimientos, los agentes secuestraron dinero en efectivo, equipos de comunicación, máquinas para contar billetes y una importante cantidad de teléfonos celulares. Los investigadores creen que alguno podría haber sido utilizado para las maniobras extorsivas.