Delincuentes asesinaron a un hombre delante de su esposa para robarle en el barrio porteño de Pompeya. Su mujer dijo que el crimen ocurrió después de que el hombre se resistiera al asalto y forcejeara con los ladrones. Luego de balearlo, escaparon y todavía están prófugos.
El robo y posterior asesinato fue en la calle Uspallata al 3700, donde se presentaron en efectivos de la Comisaría Vecinal 4 B de la Policía de la Ciudad tras las detonaciones de un arma.
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Una vez en el lugar, los policías encontraron al hombre con una herida de arma de fuego y al lado su esposa, que pedía auxilio. El personal del SAME confirmó la muerte de la víctima, identificada como Juan Carlos Fernández, de 48 años.
En el caso interviene la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 54 a cargo de Laura Belloqui, que dispuso la actuación de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad. En tanto que desde el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño están en contacto con la familia de la víctima y el cuerpo de psicólogos les brindan asistencia.
El dolor de la esposa del hombre asesinado en Pompeya
Patricia, la esposa del hombre asesinado en Pompeya dijo entre lágrimas: “No sé por qué le dispararon tantos tiros”. A su vez, indicó que el auto en el que iban los delincuentes tenía vidrios polarizados y que no los escucharon llegar, pese al silencio que había en la madrugada. Además, contó que ella llevaba la cartera y que desconoce lo que les llamó la atención a los ladrones.
En diálogo con Telenoche la mujer, que tiene una hija de 13 años llamada Milagros y cuatro hijos del corazón, sostuvo: “Ahora quedo yo, que salgo todos los días como mis vecinos. No pido solo por mí, pido por todos, que haya más patrullaje. Pido que nos cuiden, no valemos nada”.
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“Se lo llevaron a él, me lo llevaron. ¿Por qué lo mataron? si ya le habían disparado. Cuando él me dijo que me esconda, le dispararon otra vez y cayó. No se llevaron nada. Pensé que cuando le habían tirado por primera vez era en el estómago”, agregó la mujer, que estaba acompañada por dos de sus hijos.
Patricia dijo que solo llevaba la cartera y el celular, aunque ninguno de los dos elementos le fueron robados por la intervención de su marido. También señaló que le llamó la atención que hoy no hubiera presencia policial como suele haber en la zona.
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”Me extrañó que la policía no estuviera, porque siempre está a la madrugada”, manifestó. Por su parte, una de las hijas de Fernández contó ante la prensa: ”La tenían con el arma en la nuca y él para salvarla empezó a forcejear y le dispararon. Dio la vida por ella. Si no fuera por él, mi mamá no estaría viva hoy. Era una persona de bien”.
Mientras que Pablo, otro de los hijos de la pareja, señaló que la familia no puede creer lo que pasó. “La verdad que todavía no caemos. Mi hermana de 13 años está destrozada, ella amaba a su papá. Su sueño era entrar de la mano con él en su fiesta de 15. No sabemos cómo explicarle que no está más”, relató el joven en diálogo con TN.
