Marcelo Macarrón, el médico que está siendo juzgado en Río Cuarto por el femicidio de su esposa Nora Dalmasso, rompió en llanto y se abrazó con sus hijos, al conocerse la noticia de que el fiscal Julio Rivero pidió este martes su absolución.
“No puedo acusar por acusar”, dijo el fiscal en su alegato y argumentó la falta de pruebas.
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Macarrón escuchó atentamente las palabras del fiscal. Estuvo sentado en la sala de audiencias junto a su abogado Marcelo Brito. A pocos metros se hallaban sus hijos Facundo y Valentina, su hermano Juan, su cuñada y sus sobrinos, que acompañaron al viudo.
El acusado, por su parte, manifestó que es “inocente” y agradeció “a quienes lo apoyaron”, cuando el tribunal técnico de la ciudad cordobesa le dio la posibilidad de pronunciar sus “últimas palabras” antes del veredicto.
En las imágenes del juicio se puede ver que al conocerse el pedido de absolución del fiscal, Macarrón se levanta de su silla y se funde en un largo abrazo con sus hijos, que en todo momento creyeron en su inocencia.
El pedido de absolución de Marcelo Macarrón
El abogado de Macarrón, Marcelo Brito, solicitó en su alegato la absolución de su defendido. Señaló que “la causa tuvo muchas irregularidades por ignorancia y negligencia”.
Al igual que lo había hecho en el alegato previo el fiscal Rivero, el letrado cuestionó la investigación policial realizada en el marco del caso y sostuvo que hubo una “persecución direccionada hacia la familia Macarrón”.
Asimismo, Brito instó a que se continúe buscando al asesino de Nora Dalmasso. “Nora no va a descansar en paz si no se conoce quien la mató”.
El crimen de Nora Dalmasso
Nora Dalmasso fue asesinada en noviembre de 2006 en Río Cuarto. De acuerdo a la causa, el crimen fue cometido por “un agresor especializado, un sicario” que nunca fue identificado ni detenido. Esta persona “sexualizó la escena del crimen a efectos de que parezca que el mismo se produjo en el contexto de un encuentro sexual con el amante”.
Se sospecha que el agresor sorprendió a Nora y la tomó del cuello “ejerciendo una fuerte presión con sus manos, anulando así toda posibilidad de defensa”.
Luego, “utilizó el cinto de toalla de la bata de baño que se encontraba en la habitación, realizando un ajustado doble lazo alrededor del cuello, ocasionando la muerte por asfixia mecánica”.
“Al final, probablemente y como parte del plan criminal, ordenó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, tras lo cual se retiró del lugar, sin dejar rastro alguno de su persona”, indica la causa.
Marcelo Macarrón, viudo de Nora Dalmasso, es el único imputado del caso y llegó a juicio oral como presunto autor intelectual de homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y precio o promesa remuneratoria. Se cree que le habría pagado a alguien para cometer el crimen pero esto es lo que el fiscal no pudo probar.
