La noche del 7 de julio de 2012 Miguel Ángel Palma emboscó a su expareja, Cristina Olivares, y la apuñaló 163 veces antes de abandonar su cuerpo al borde de un cañaveral, en la provincia de San Juan. La Justicia lo condenó entonces a prisión perpetua por el femicidio, pero ahora sorprendió con un polémico beneficio: autorizó la salida del condenado para visitar a sus padres.
La salida del Servicio Penitenciario de Chimbas que en reiteradas oportunidades le habían negado al femicida tuvo finalmente lugar el pasado 12 de mayo y duró unas cuatro horas, publicó Canal 13 de San Juan. El argumento para otorgarle el permiso especial fue el presunto grave estado de salud de sus padres, que les impide movilizarse para poder ver a Palma en su lugar de detención.
“Esto es una burla, está mal, no es legal, yo vi al padre de Palma el otro día trabajando”, cuestionó todavía sorprendido por la noticia Antonio Olivares, el padre de la mujer asesinada, que además puso en duda que esta haya sido la única salida del asesino de su hija.
“Yo siempre estoy al tanto de todo lo que está pasando y no es la primera vez. En otros momentos lo han traído a las 2 de la mañana o 5 de la mañana, muy temprano para que no lo vean”, advirtió el hombre.
Olivares anticipó que se asesorará legalmente e iniciará acciones si corresponde. “Cada tanto tiempo se nos burlan con algo nuevo y esto no puede ser”, concluyó con impotencia.
Qué dice el permiso de salidas extraordinario que provocó la polémica
“En virtud de las patologías que sufren los progenitores del interno y demás familiares, situación corroborada conforme informe del OTC de fecha 2 de mayo de 2022; dadas esas dificultades físicas que no permiten la concurrencia al SPP y conforme lo dispuesto por el art. 166 de la Ley 24660, se dispuso un permiso extraordinario por dos horas al interno Palma Acosta con estricta y debida custodia”.
Es un permiso “extraordinario”. Palma lo pide todos los meses y se lo niegan. Ahora, y con la recomendación del Área Social del Organismo Técnico Criminológico, se le otorgó un permiso excepcional.
El femicidio de Cristina Olivares
Palma y Olivares mantenían una relación conflictiva y tenían dos hijos en común, de 1 y 3 años al momento del crimen. Ella intentó separarse varias veces y lo denunció por violencia de género, pero iban y volvían y la noche del 7 de julio de 2012 la relación tuvo un desenlace trágico.
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Él la había citado en la casa de sus padres en Pocito, pero cuando la mujer iba en camino fue víctima del ensañamiento de Palma, su amante y la cuñada de esta. Entre los tres la ataron, la apuñalaron 163 veces y después abandonaron su cuerpo a la intemperie.
Según la autopsia, los agresores inmovilizaron a la víctima, sujetándole las manos por detrás con el cinturón de un saco. Olivares estaba golpeada y tenía 25 cortes en su rostro y el resto repartidos por todo su cuerpo. Para los forenses tuvo una muerte dolorosa y lenta al quedar en estado de agonía entre 30 y 40 minutos.
Aunque la investigación fue compleja, finalmente pudieron detener a Miguel Palma, el exmarido de Cristina, a Rosa Videla y a Noelia Corvalán, cuñada de Videla. Estas personas fueron a juicio y todas recibieron la misma condena: prisión perpetua.
Cristina Olivares ya llevaba un tiempo muerta cuando la Justicia la citó por la denuncia que había presentado en contra de su expareja. Ya era demasiado tarde.