San Guillermo es un pueblo de la provincia de Santa Fe signado por muertes en circunstancias poco claras y marcadas por la impunidad. Los vecinos del lugar aseguran que no hay justicia y apuntan contra la policía y las altas esferas de poder de la zona.
Con solo 10.000 habitantes y en menos de 10 años, este sitio -que a simple vista parece apacible- acumula ya siete muertes. Cinco son homicidios y dos fueron catalogados como suicidios.
Los casos más resonantes fueron los de Camila Flores y Fabio Campos, ambos catalogados como suicidios, cosa que no creen ni los familiares ni los vecinos. También es muy recordado el crimen de Mónica Gorosito, un homicidio que hoy, 10 años después, continúa impune.
TN estuvo en San Guillermo y habló con familiares de las víctimas. Todos coinciden en que los casos no fueron debidamente investigados y que algo se quiso tapar.
