Las imágenes duran solo 49 segundos y son escalofriantes. Se trata del video que registró una cámara de seguridad ubicada cerca de la casa donde vivían las víctimas del doble femicidio de Misiones y muestra el momento exacto en el que Sergio Kozak, a través de la ventanilla de su camioneta, las asesina de tres disparos a corta distancia.
Mientras los investigadores refuerzan los operativos en la frontera para dar con el sospechoso, que permanece prófugo, la filmación que se viralizó expuso la frialdad con la que actuó el comerciante y descartó, de manera rotunda, la falta de premeditación.
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La secuencia empieza cuando Débora Elizalde y su madre, Gabriela Agüero, se bajan de un remis enfrente de su casa y atrás de ellas aparece Kozak en su camioneta, que frena y retoma la marcha sistemáticamente como acorralándolas.
Débora, la joven de 24 años con la que había iniciado una relación recientemente, fue la primera en reaccionar. El video la muestra acercarse a la ventanilla de Kozak, tal vez para reprocharle su actitud, e inmediatamente después un fogonazo estalla en medio de la oscuridad.
Ese primer disparo alcanzó a la víctima a la altura del corazón, y ella se lleva las manos al pecho mientras retrocede por la fuerza del impacto. Su mamá es la que interviene entonces en su defensa pero el agresor dispara dos veces más: un proyectil dio en el tórax de la mujer, que cayó desplomada al piso; el segundo balazo le atravesó una mano.
Después todo fue un caos. Rafael, hijo y hermano de las víctimas, irrumpe en la camioneta del femicida todavía shockeado, forcejea con él y es cuando logra desarmarlo, pero al volver con las mujeres para intentar auxiliarlas Kozak pisó el acelerador y escapó del lugar.
El dolor de la familia
“Toda una familia quedó desconsolada”, dijo en diálogo con Araucaria On Line Jorge, padre de Débora y exesposo de Agüero. Y se lamentó: “Mi hija pretendía seguir estudiando profesorado de Lengua y Literatura, retomar el tercer año. Gabriela trabajaba como docente de portugués y era una excelente profesional y madre. En estos momentos me cuesta mucho hablar. Mi hijo fue testigo de todo lo que sucedió y tampoco se encuentra bien”.
Según trascendió en los medios locales, Débora había radicado una denuncia contra Kozak en diciembre en un Juzgado de Violencia Familiar de Andresito y se dictó entonces una orden de prohibición de contacto y acercamiento de él hacia ella. El juez Martín Brites calificó la causa en forma preventiva como “femicidio dos hechos en concurso real”.
